Texto & fotos: Cony Eyzaguirre @lavidaencraft
Ay! me encantan los proyectos como estos, en que podemos lograr resultados hermosos con técnicas simples y muy entretenidas.
Ya se habrán dado cuenta que los colgantes de macramé la están llevando por estos días, y cómo no, si son tan bonitos, prácticos y perfectos para lucir nuestras plantas. El problema es que hacerlos requiere de habilidades y técnicas que no todos manejamos (aunque ojo, que con Carla de Filodendro les enseñamos a hacer uno bien fácil para los que están en nivel “principiante”).
En fin, sepas o no el arte de los nudos, hoy te quiero mostrar una forma diferente para hacer estos colgantes. Se trata del embarrilado, una técnica de artesanía textil que consiste en envolver con aguja e hilo algún otro elemento, en este caso, un cordón de algodón.
(Desde ya pido disculpas si es que la técnica no está perfectamente desarrollada en este DIY, sobre todo por que yo no utilicé aguja para ir enrollando).
Lo que más me gustó de este colgante es que, además de
ser súper rápido, puedes agregar los colores que quieras, armando una paleta de acuerdo a tu decoración o personalidad.
¿Qué vas a necesitar?
_ Cordón de algodón trenzado. El diámetro dependerá de tus gustos o del tamaño de tu planta. Puedes comprarlo en Trenzaduría Fraile.
_Hilo de colores. Yo usé de algodón de 2 hebras, marca Molino y de poliéster de 3 hebras marca Teresita. Ambos los compré en Revés Derecho.
_Argolla metálica.
_Aguja para bordar.
_Tijeras.
Comienza cortando dos tiras de cordón. El tamaño dependerá del largo que quieras tu colgante.
(A diferencia del macramé, corta el cordel del largo final, ya que no sacrificarás material anudando).
Junta las dos tiras y pásalas por la argolla, asegurándote que esta última quede justo al centro.
- Sitúate cerca de la argolla, deja que un extremo del hilo caiga junto a las tiras del cordón.
Comienza a enrollar, procurando cubrir los dos cordones y la punta del hilo.
2. Continúa hasta donde quieras, cambiando de colores para conseguir el diseño que más te guste. Asegúrate, eso sí, de no enrollar en exceso, recuerda que debes dejar un espacio para tu planta.
(Cuando quieras cambiar de hilo, corta la hebra del primer color y haz un nudo. Luego comienza a enrollar, esta vez escondiendo los dos hilos (del color 1 y 2) y las dos cuerdas).
Una vez que llegues al final de tu diseño, anuda el hilo, y con ayuda de la aguja esconde el extremo pasándola por la parte ya embarrilada.
3. Finalmente, repite todo el proceso en la parte de abajo de los cordones. Esto formará la base para que luego puedas poner el macetero con tu planta. En mi caso comencé a unos 40 cms. del final, para que luego del embarrilado, quedaran unos 25 cms. de cuerda libre.
Este es el resultado.
Ahora ya puedes poner tu planta y colgarla donde quieras, ¡que emoción!
Como les decía, pueden jugar con los colores y combinaciones, las opciones son infinitas.
¡Espero que les haya gustado!
Un abrazo, Cony.
“…soy Cony y creé este blog para compartir mis ideas con quienes aman el DIY y la decoración tanto como yo”
www.lavidaencraft.com