Texto & fotos por: Florencia Simunovic @florencias.co

 

 

 

Javiera Aybar (28) es chilena, diseñadora de vestuario y fanática del bordado. Desde hace un año vive en España, donde acaba de terminar un master en diseño e ilustración en la Universidad Politécnica de Valencia.

Ambas estamos viviendo en la misma ciudad y cuando uno está lejos, inevitablemente el chilenismo te acerca, por este motivo una amiga en común nos presentó, asegurando que compartíamos muchos intereses.

 

 

Nos conocimos en un asado en la casa de la Javi, donde tuve la oportunidad de ver su trabajo. Desde el primer minuto me encantó; me pareció un trabajo prolijo y delicado, el que además, tiene un formato que se complementa de forma impecable con la técnica.

Ese día estuvimos conversando horas, y resultó ser cierto; teníamos mucho en común. Me comentó que había visto fotos de mis galletas y que las encontraba tan lindas, que de seguro daba pena comérselas.

 

 

A las dos nos interesaba conocer más a fondo el trabajo de la otra, por lo que me propuso juntarnos a trabajar. Le sugerí mi casa, ya que trasladar todo lo que ocupo para decorar las galletas, habría sido un caos.

Javiera llega a mi casa y lo primero que hace es sacar su caja de herramientas, donde están los hilos, telas, bastidores, anilinas para poder teñir, agujas, lápiz y papel. Todo en un colorido desorden que solo ella podría comprender.

 

 

Por mi parte, empiezo a preparar los colores para hacer la primera capa de glaseado, ya teniendo las galletas horneadas el día anterior. Como aquí en Valencia es verano y las temperaturas alcanzan los 35º, donde la sensación térmica es aún mayor debido a su humedad, preferí hornear la noche antes para no someter a mi invitada a una casa con 85º (o al menos así la siento yo).

Mientras tanto, le pregunto cual es el tema principal de sus creaciones, frente a lo que responde:

 Me encantan las mujeres, siempre las he dibujado, fotografiado y escrito sobre nuestras cotidianidades. Hoy las bordo, por ahora son mi principal inspiración y reflejan el amor que tengo por cada una de las mujeres de mi familia, amigas y desconocidas que hay en mi día a día.

 

 

Me cuenta también, que desde muy chica observó a las mujeres de su familia tejer.

Mi mamá siempre con su crochet y pitilla blanca, siempre blanca, decoró cada detalle de mi casa. Por otra parte, mi abuela hacía chalecos para todos los nietos.

Un día nos tocó aprender a mi hermana y a mi. Cada cierto tiempo íbamos de paseo al pueblito del ingles y comprábamos todo lo necesario para pasar el invierno frente a la bosca en El Monte, donde viví toda mi vida.

 

 

Noté que la Javi estaba más cómoda porque (además de sacarse los zapatos) ya no era necesario preguntar para saber más sobre su trabajo, estaba muy a gusto contándome anécdotas de su vida.

 

 

Descubrí el bordado cuando mi hermana y yo fuimos a una cordonería cerca de mi casa. No tenía un peso y lo quería todo, por supuesto. Ella me dijo que eligiera algo, que me lo regalaba. Opté por un bastidor, un par de hilos y una aguja. Fue amor a primera vista.

Como signo de gratitud, mi primer bordado fueron unas plantas que hoy adornan la casa de mi hermana.

 Entre todas las cosas que conversamos, llegamos a lo que une nuestro trabajo, que pese a trabajar con materiales muy distintos, nuestros oficios comparten el amor y dedicación por un objeto que luego irá a parar a las manos de alguien que lo disfrutará. Es enormemente satisfactorio.

 

 

Tanto el bordado como la elaboración de galletas, son la unión entre ilustración, estructura, color e identidad; elementos claves para nuestro trabajo. Ocupar los materiales correctos, la paleta cromática y la composición, son elementos de los que nos preocupamos continuamente; siempre y cuando ya tengamos una idea premeditada.

 

 

Para Javiera, es importante destacar también, la importancia que tienen sus referentes. Su admiración por Roeqiya Fris y su representación de mujeres y el buen uso del color; Marta Bevacqua por la sensibilidad y fuerza de sus imagenes y Wislawa Szymborska por la genialidad de sus poemas.

 

Contacto:

Javiera Aybar

Diseñadora de Vestuario y Máster en Diseño e Ilustración

Instagram: @javiera.aybar

Mail: [email protected]

 

 

 

Florencia Simunovic

Diseñadora de profesión, galletera autodidacta, amante de lo artesano y detallista por excelencia.

Fanática de las flores, los gatos, la palta y desde que vivo en Valencia, también de la paella.

Instagram: @florencias.co