Por Nicolás Sánchez @always_nico

Fotos: Seba González @sebagonzalez_z

Selección de hito urbano: Coca Ruiz @cocaruiz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pasando la Plaza de Armas de Santiago, y siguiendo por 21 de Mayo, se encuentra una antiquísima fábrica e importadora de sombreros en cuya vitrina, un maniquí de traviesa mirada y vestido como botones de hotel, golpea incesantemente al vidrio con su bastón. Desde hace 96 años que hace este curioso -pero efectivo- llamado a un público que nunca ha dejado de responder. Es la cara símbolo de la Fábrica Unidas Americanas de Sombreros, o mejor conocida como la tienda Donde golpea el monito, fundada por el asturiano José González Noriega en 1915.

 

 

La historia cuenta que la marioneta mecánica llegó a comienzos de los años 20’ proveniente de París, y que su destino original era una empresa tabacalera. Sin embargo, en 1922 termina por ser instalada en el frontis de la sombrerería, dando origen a un término popular conocido en todo el país.

 

 

“Más que se haya cambiado el nombre (de la tienda), es el nombre que le dio la gente al local, por un hecho de que antiguamente aquí habían caballos y no mucha gente sabía leer. La referencia era juntarse donde golpea el monito”, explica Freddy Núñez, administrador de la tienda.

Hoy, ingresar al interior de este local ubicado en 21 de Mayo 707 es realizar un viaje en el tiempo hacia el Santiago de principios de siglo XX: techo alto, suelo de tablones crujientes, grandes muebles de época, lámparas colgantes y repisas repletas de productos envueltos en sus cajas originales Canadian.

Pero, sin dudas, el elemento más llamativo al interior son dos enormes espejos –uno colgante y otro de pie- adquiridos en un remate. Las reliquias, de gran belleza y marco barroco, guardan una curiosa anécdota sucedida a uno de los dueños del local (ya fallecido): la visita de un cliente que aseguró que los espejos habían pertenecido a la casona de su familia.

 

 

Durante mucho tiempo asistía al local un señor de “aspecto taciturno” que se paraba mirando el espejo hipnóticamente por largo rato. Meses después, volvía a repetir el rito. Intrigados, un día le preguntaron al señor de las razones de esta rutina.

– Este espejo estaba en el salón de mi casa -respondió- Delante de él puedo ver claramente las fiestas que se celebraban… las navidades… allí están mi madre, mis hermanas… el despacho de mi abuelo, la escalera de mármol que subía al segundo piso y allá al fondo, las puertas abiertas al parque…

– No veo nada -le dijo la señorita que atendía la caja.

– Hay que saber ver -contestó él, con una sonrisa (1)

 

 

Una picada de nivel internacional

Calle 21 de mayo, pasando la Catedral Metropolitana de Santiago. Desde este punto, comienza el popular barrio Mapocho. Una interminable fila de pequeños bazares de toda clase de productos bordea la calle, hasta aparece un pasaje de adivinas y lectoras de manos. Ya en el frontis del local, una madre comenta a su hija: “Aquí está el monito, más de 100 años, dicen”.

 

 

Tan incorporado está este muñeco en la cultura capitalina, que en 2010 el Ministerio de Bienes Nacionales lo incluyó en la ruta patrimonial del Bicentenario, junto a otros hitos del barrio como La Piojera y la Estación Mapocho. Entre las últimas celebridades de nivel internacional que hicieron visita está la modelo Kate Moss. “Llegó relámpago una tarde. Una chica súper agradable, venía con su familia, su hija y un traductor. Se llevó como tres sombreros, tres mantas, todo lo típico chileno”, recuerda Núñez. Michael Bublé y Kevin Costner también registraron visita. A nivel histórico, la sombrerería fue la favorita de los presidentes Jorge Alessandri y Salvador Allende.

 

Actualmente, la administración de Donde golpea el monito pertenece a Sordo y Compañía Ltda., quienes conforman la cuarta generación a cargo de la tienda. La oferta de productos es muy amplia, y abarca desde una gran variedad de sombreros a trajes de huaso, turbantes, jockeys, gorros de la Guerra del Pacífico, chupallas de trigo, y largo etcétera. Hay piezas que se pueden encargar a pedido y otras de manufactura propia y artesanal. Entre los sombreros importados más famosos están las boinas vascas Elosegui y los Panamá Hat, hechos de pita ecuatoriana.

 

“Esta empresa tiene algo muy particular, que es la cantidad de tiempo que lleva conocida entre la gente, y también que marca tendencias. El secreto familiar es que la familia mantenga la estrategia de cómo su padre (fundador) hizo funcionar el local, ser muy conocedor del producto. Ser parte de la familia”, reflexiona el joven administrador.

 

DATO

Breaking bad style: El gran último hit de la tienda fue lanzar el sombrero de paño Pork Pie, famoso por aparecer en la serie. Su valor es $33.900.

 

CITAS

(1)-Según cuenta el artículo “Donde golpea el monito, la casa nacional del sombrero”

Publicado en el sitio web Urbatorium el 24 de agosto de 2008, en urbatorium.blogspot.cl/2008/08/donde-golpea-el-monito-la-casa-nacional.html

 

Parisina de primera infancia, amante de la moda, la lectura, el arte y la decoración, especializada en dirección de arte y creación de contenidos, con buen ojo para detectar los detalles que nos inspiran diariamente.

instagram: @cocaruiz

Coca Ruiz
Diseñadora & Editora.

Parisina de primera infancia, amante de la moda, la lectura, el arte y la decoración, especializada en dirección de arte y creación de contenidos, con buen ojo para detectar los detalles que nos inspiran diariamente.

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