Por: Uri Colodro @ur1992

Fotos: Seba González @sebagonzalez_z

 

 

Un triángulo conformado por tan sólo cinco manzanas da origen a uno de los barrios de moda del centro de Santiago. Las pocas calles que tiene el barrio Esmeralda relatan la historia arquitectónica de la capital, concentrando algunas de sus construcciones más antiguas.

Su nombre nació a partir de la calle principal que lo estructura, la que fue remodelada dentro de las intervenciones del Plan de Movilidad de Santiago y que tuvieron como principal resultado un favorecimiento de la peatonalidad, el desplazamiento a través de vehículos no motorizados como las bicicletas y la puesta en valor de sus construcciones, con adoquines en las calles y luminaria tradicional.

 

 

Una ubicación privilegiada y a pasos de todo

El barrio Esmeralda se caracteriza por estar a pasos del centro neurálgico de la ciudad, como el sector de la Plaza de Armas, con sus edificios patrimoniales y galerías comerciales donde las diversas comunidades migrantes que ha acogido Santiago en los últimos años tienen sus locales y cocinerías. Desde allí es posible acceder a los principales paseos peatonales que ofrecen toda clase de comercio y servicios, como tiendas departamentales, zapaterías, relojerías, farmacias, ópticas y heladerías, por citar algunos de ellos. Asimismo, se encuentra confinado por el Parque Forestal, uno de los principales pulmones verdes del centro de la capital chilena y otros dos barrios: el del Mercado Central y Bellas Artes. Caminando unas pocas manzanas, es posible cambiar drásticamente las tranquilas calles de Esmeralda por tradicionales locales de frutas y verduras, queserías, carnicerías, pescaderías, y por supuesto, los famosos restaurantes que lo convierten en el quinto mejor mercado del mundo, de acuerdo con National Geographic. Por su parte, Bellas Artes ofrece una enérgica vida bohemia que gira en torno al museo homónimo.

 

 

¿Un barrio con mixtura de usos o un clúster para el diseño nacional?

La posición privilegiada del barrio Esmeralda sumada a la conservación de una identidad particular, con un carácter tranquilo y residencial, lo ha convertido en un interesante espacio para el desarrollo de otras actividades, las que marcan una clara diferencia con las que tienen lugar en sus barrios vecinos. A los ya consolidados comercios que llevan décadas de experiencia en el sector, como vidrierías, peluquerías y librerías, se suman nuevos emprendimientos como cafeterías de especialidad y tiendas de bicicletas. Diversos inmuebles han sido restaurados y rehabilitados, produciéndose un cambio de uso que ha derivado en la actual instalación de actividades creativas.

 

 

Ejemplo de ello es la Posada del Corregidor, uno de los edificios más antiguos del barrio que aún se conserva, albergando en la actualidad una galería de arte y café literario. Refleja la historia de larga data de este sector de la ciudad, cuando Esmeralda todavía era la calle de Las Ramadas y constituía una de las arterias que conectaba el centro de la ciudad con La Chimba, actual sector de Recoleta. Dicha construcción tuvo variados usos, funcionando durante siglos como un epicentro de la vida bohemia de Santiago. Esta situación dista de su carácter actual, que privilegia la vida de barrio y una mixtura de usos, donde conviven, en pleno centro de la ciudad, edificios patrimoniales restaurados destinados principalmente a la vivienda, algunas oficinas y el nuevo comercio que ha renovado los aires a un sector de gran interés, que no ha sido explotado turísticamente de la misma forma que sus vecinos Lastarria y Bellas Artes.

 

 

¿Cuándo y cómo visitar el barrio Esmeralda?

El barrio Esmeralda puede visitarse durante todo el año. Es recomendable llegar en transporte público o bicicleta y recorrerlo a pie para poder apreciar su singular arquitectura y degustar alguno de los interesantes cafés que han abierto recientemente.

 

 

La estación de metro más cercana es Bellas Artes (L5). Desde allí es recomendable caminar por Ismael Valdés Vergara hacia el oeste para apreciar los antiguos y elegantes departamentos que albergaron a la elite santiaguina del siglo XX y que colindan con el Parque Forestal y el Museo de Bellas Artes. La intersección con la calle Esmeralda nos llevará al corazón del barrio, donde se encuentran construcciones de singular arquitectura, pasando por los más diversos estilos que conviven de forma armónica. Ejemplares auténticos de la época colonial dan paso a edificios de estilo art decó, neoclásico francés y otros con algunos toques de modernismo que, en los últimos años, han sido restaurados y comenzado a albergar en su interior galerías comerciales destinadas al desarrollo del diseño nacional de autor. Ejemplo de ello es Casa Barrio&Diseño, algunos ateliers de artistas y numerosas tiendas llevadas por sus propios dueños. Para finalizar el recorrido, es posible darse una vuelta por alguna de las numerosas cafeterías del sector, con una oferta cada vez más sofisticada y de alta calidad.

 

 

En las inmediaciones del metro Bellas Artes, en calle Merced #346 se encuentra Colmado Café. Son imperdibles sus delicatessen dulces, alternativas veganas, sandwichería de autor y variedad de opciones para el desayuno, como tostadas, yogurt y café de especialidad.

 

 

Uri Colodro
Geógrafo y Licenciado en Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidato a M.Sc. en Gobernanza de Riesgos y Recursos, Ruprecht-Karls Universität Heidelberg. Sus mayores áreas de interés corresponden al ámbito de la geografía urbana, social y

 

Uri Colodro
Geógrafo y Licenciado en Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidato a M.Sc. en Gobernanza de Riesgos y Recursos, Ruprecht-Karls Universität Heidelberg. Sus mayores áreas de interés corresponden al ámbito de la geografía urbana, social y cultural. Dedicado a la investigación y la consultoría. Lector apasionado y escritor de medio tiempo. Libera tensiones en la cocina y saliendo a dar paseos por la ciudad.

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