Texto & fotos por: Uri Colodro @ur1992

Es poco lo que se conoce de la República de China –nombre oficial del país que conocemos como Taiwán- en Occidente. Sus ciudades encuentran un equilibrio perfecto entre la simetría y perfección japonesa, la esencia de la cultura tradicional china y el caos encantador de los países del Sudeste asiático.

Su capital, Taipei, esconde misterios que poco a poco pueden ir descifrándose. La postal más popular es la de los edificios modernos, como el rascacielos Taipei101, que durante varios años fue el más alto del mundo. Sin embargo, la imagen más encantadora de la ciudad se encuentra en aquellas prácticas tradicionales que forman parte del cotidiano de sus habitantes. Una de ellas corresponde a los Night Markets (en español, “mercados nocturnos”).

La historia de Taiwán resulta particularmente interesante, ya que son pocos los países que actualmente la reconocen como una república independiente, a partir de los reclamos que hace la República Popular China sobre este territorio. Se trata de una isla que originalmente fue habitada por aborígenes, a quienes hoy se les conserva un especial respeto. Fue conquistada por Holanda y España, quienes la bautizaron como Formosa. Posteriormente pasó a formar parte de China, origen que tiene la mayor parte de su población. Fue colonia japonesa por alrededor de 50 años, mientras que en la actualidad se encuentra en un complejo escenario político y diplomático. Aún así, el país no tiene nada que envidiar a otras naciones en términos de desarrollo económico, social y tecnológico, habiendo numerosos elementos culturales que ha heredado de las diversas culturas que han confluido en este territorio.

Aunque… hay que hacer una aclaración: la construcción social del concepto de “noche” cobra distintas acepciones de acuerdo con la sociedad en la que uno se encuentra. En los países mediterráneos, así como en los del Cono Sur, pensamos en noche cuando se esconde el sol hasta altas horas de la madrugada. Para el caso de Taiwán, el mercado nocturno se desarrolla a partir de las 5 o 6 de la tarde, horario en el que las familias retornan a sus hogares y cenan. A eso de las 10 de la noche, la algarabía del mercado comienza a desvanecerse, hasta que todos los locales cierran. En este horario, los barrios residenciales se activan en sus calles principales, levantándose las cortinas de tiendas que ofrecen los más variados productos.

Asimismo, calles que durante el día son transitadas por vehículos, se transforman en espacios preferentemente peatonales, que se llenan de improvisadas cocinerías y puestos que ofrecen los más variados alimentos. Probablemente, una de las ideas más locas e increíblemente exquisitas se encarna en un postre hecho de una masa muy delgada similar a la de un crêpe, relleno con helado de frutas locales como la guayaba o papaya tropical, raspado de turrón de maní y hojas frescas de cilantro. A lo anterior, se suman jugos naturales, los tradicionales bubble tea taiwaneses (té helado con burbujas de tapioca), milk tea, entre otros interesantes experimentos gastronómicos que vale la pena probar.

En los night markets la vida de barrio se activa, las personas recorren el comercio local y compran en tiendas que se encuentran próximas a sus hogares. La calle se convierte en un paseo que no sólo cumple la función de ser un lugar de compras, sino que también da lugar al encuentro, la interacción, la socialización familiar y por qué no decirlo, en un food court al aire libre, donde la comida rápida es reemplazada por platillos tradicionales.

Recursos, Ruprecht-Karls Universität Heidelberg. Sus mayores áreas de interés corresponden al ámbito de la geografía urbana, social y cultural. Dedicado a la investigación y la consultoría. Lector apasionado y escritor de medio tiempo. Libera tensiones en la cocina y saliendo a dar paseos por la ciudad.

Uri Colodro
Geógrafo y Licenciado en Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile. Candidato a M.Sc. en Gobernanza de Riesgos y Recursos, Ruprecht-Karls Universität Heidelberg. Sus mayores áreas de interés corresponden al ámbito de la geografía urbana, social y cultural. Dedicado a la investigación y la consultoría. Lector apasionado y escritor de medio tiempo. Libera tensiones en la cocina y saliendo a dar paseos por la ciudad.

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