“Santiago está Inundado”. Frase permanentemente a lo largo de nuestra vida y que trae de manera automática a nuestra mente las imágenes de una capital bajo catástrofe, un escenario casi apocalíptico. No sólo dedicamos semanas comentando cada milímetro de la lluvia de invierno sino que, de manera inconsciente, estamos siempre atentos a deslizamientos en quebradas, desbordes de ríos y canales que traerán consecuencias nefastas tras una larga noche de lluvia. Estamos acostumbrados a que la ciudad se detenga y el caos se apodera de la ciudadanía, en un ilógico y tragicómico ciclo anual:  los mismos escenarios en una ciudad no integrada en lo que respecta a sus aguas.

Imagen: Ilustración Agua y Ciudad

Si bien entendemos la importancia que los recursos hídricos han jugado desde la fundación de Santiago hasta nuestros días, la percepción general sobre ríos y canales sigue siendo comúnmente entendida como una amenaza para la ciudad. Si bien podemos justificar cada decisión en el desarrollo de los distintos proyectos de infraestructura, lo cierto es que si no hemos sido capaces de integrar siquiera los planes de manejo de aguas lluvias de cada comuna pocas expectativas tendremos para una mirada global e integral sobre las aguas de la ciudad. 

Imagen: “Sanhanttan” Inundado 1

Pero debemos estar optimistas, aunque cautos, respecto a la integración de los distintos cursos de agua en Santiago. En una escala intercomunal, estamos viviendo un proceso interesante respecto a la manera en se pone en valor nuestras riberas y cursos de agua, reconociéndolos como una oportunidad para generar nuevos espacios urbanos que transformen y mejoren los estándares de calidad de vida. Pero lo más importante es que no sólo estamos utilizándolos como corredores de transportes o nuevos “pulmones verdes” en sus bordes como ocurre en el proyecto Mapocho Pedaleable o Mapocho 42K, sino que se está poniendo énfasis en entender cómo funcionan los ciclos del agua y a través de ello reconocer el potencial existente en toda la superficie “subutilizada” de los cauces en la mayor parte del año. 

Imágen: Mapocho 42K (Fotomontaje)

Imágen: Ocupación del río Mapocho (Mapocho Pedaleable)

Quizás uno de los casos más emblemáticos ha sido por lejos el proyecto Parque Inundable Zanjón de la Aguada. No sólo porque conformó parte de los proyectos ligados al Bicentenario de la República sino que además es una espacio fuertemente ligado a la historia industrial de nuestra ciudad. De esta manera, el zanjón pasó a constituir el primer proyecto de parque inundable en el país, marcando un precedente a nivel nacional. Con más de 41 hectáreas, el proyecto tuvo por objetivo ser un espacio flexible en la contención de las aguas “excesivas” incorporando un nuevo pulmón verde y recreativo en el mismo lecho para los vecinos del sector sur poniente Santiago. Si bien aún no están terminadas todas sus etapas y podemos ser críticos de su diseño, lo más importante es que puso en discusión a los distintos agentes del Gobierno (MOP – MINVU) para desarrollar un proyecto integral e intercomunal. 

​Imágen: Parque Inundable la Aguada

Imágen: Parque Inundable la Aguada

​Y no es el único caso que se ha desarrollado en la capital. El más exitoso de todos ha sido el Parque Inundable Renato Poblete que transformó un vertedero de aproximadamente 20 hectáreas en un nuevo parque inundable para la ciudad. A partir de un desvío controlado del río Mapocho se logró conformar un sector de aguas calmas que rodean las áreas verdes y equipamiento del parque permitiendo nuevos usos recreativos para la comunidad.

​Imágen: Parque Inundable la Aguada

Un segundo caso, es el Parque Inundable la Hondonada el cual transformará por completo la imagen de un antiguo vertedero ilegal y sitio eriazo ubicado en la comuna de Cerro Navia, actuando sobre un contexto de características similares al Zanjón de la Aguada. El proyecto beneficiará los habitantes de comunas aledañas como Pudahuel y Lo Prado a través de la intervención de 26 hectáreas de uno de los ramales del Río Mapocho transformado en parque y áreas de recreativas de uso anual para la comunidad. Imágen: Fiesta Callejera “Pequeña Lima”

Imagen: Parque la Hondonada (Planta proyecto)​

​Imagen: Parque la Hondonada (Ilustración)

Y eso no es todo.  todos estos esfuerzos han hecho eco fuera de la capital transformando ciudades y río ríos siendo uno de los casos más comentados el Parque Kaukari en la ciudad de Copiapó. El proyecto consistió en la recuperación de 160 hectáreas del Río Copiapó para incorporarlas como un nuevo espacio urbano para la ciudad además de ser reforzar su cause ante eventuales catástrofes por lluvias y/o aluviones. 

Imagen: Parque Kaukari

Imagen: Parque Kaukari

Finalmente, el desafío a futuro consistirá en canalizar está visión sobre nuestras aguas en la incorporación de una escala local y barrial a través del reconocimiento de canales y pequeños cursos de aguas como oportunidad  crear barrios más verdes, unificados y conscientes de su contexto hídrico y geográfico.  

Links:

  1. Mapocho 42k / www.mapocho42k.cl

  2. MINVU Atacama / www.minvuatacama.gob.cl

  3. nspección avances Parque Inundable La Aguada /  www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=6K6y0WMt4L4

Alejo Weiss
“Viajando por el mundo en busqueda de la flor de los 7 colores”

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