2 personas • 30 minutos

– ½ paquete de tallarines de arroz
– 1 zanahoria
– 1 zapallo italiano
– 2 cebollines
– aceite de sésamo
– vinagre de arroz
– Sriracha (u otra salsa picante asiática)
– 2 huevos
– hojas de lechuga
– hojas de cilantro
– sésamo negro

Corta el zapallo italiano en rodajas diagonales y de 0.5 cm aprox. de espesor. En un bowl, mójalas bien con un poco de aceite de oliva y en un sartén caliente ponlas a dorar primero por un lado, luego por el otro. Como 3 minutos por cada uno más o menos. Ponlas sobre un plato y déjalas descansar.

Con un pelador, pela la zanahoria y una vez que termines con la piel, sigue con la carne, sacándole varias láminas delgadas, hasta llegar al centro. Si no tienes pelador, córtala en palitos bien delgados. Echa las láminas en un bowl chico, echa un chorro de vinagre de arroz y déjalas remojando.

Corta los cebollines en rodajas, amortígualos bajo un chorro de agua hirviendo sobre un colador, luego un buen chorro de agua fría… así conservan el verde. Pásalos a un pocillo chico y, al igual que con las zanahorias, déjalos remojar en un poco de vinagre.

Cuece los tallarines de arroz como salga en el paquete, aunque por lo general se remojan en agua hirviendo por unos 5 minutos. Por mientras fríe los huevos. Cuela los tallarines y devuélvelos a la olla. Echa un poco de aceite de oliva, una o dos cucharaditas de la pasta de curry, dependiendo de lo fuerte que es, y revuelve bien.

Monta cada plato; unas hojas de lechuga de base, arriba los tallarines, encima las verduras y el huevo. Echa aceite de sésamo, las semillas de sésamo negro, hojas de cilantro, la salsa picante y unos chorritos de jugo de limón.

Rompe el huevo, echa salsa de soya y mezcla todo para comer.

“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.

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