Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Cantando Victoria

Por muchos motivos, la Plaza Ñuñoa y sus alrededores constituyen una suerte de síntesis del espíritu nuñoíno: calles-jardines donde conviven antiguas casonas con nuevos edificios, una gran plaza familiar y un circuito de bares y restaurantes que, hoy por hoy, es uno de los más completos del país. Plaza Nuñoa fue y sigue siendo un lugar especial para el encuentro de familias, parejas y amigos.

Emplazado al oriente de la ciudad de Santiago, este sector viene experimentado un continuo crecimiento desde fines de los años 90’s, debido al aumento de su oferta de entretenimiento y cultura, y también por su auge inmobiliario. Su actual delimitación comprende las calles Eduardo Castillo Velasco (sur); Brown sur- norte y Pedro Torres (este); Julio Zegers y Simón Bolívar (norte); y Suecia (oeste).

Historia de un clásico nuñoíno

El origen de la plaza se remonta a los inicios de la colonia española, cuando el antiguo camino de Ñuñoa recorría lo que hoy es conocido como Avenida Irarrázaval. Los primeros antecedentes de construcciones se remontan a 1662, año en que se fundó la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en lo que actualmente es la esquina de Av. Irarrázaval con Francisco Molina. Esta iglesia es la tercera más antigua en el país y ha sufrido algunas transformaciones con el paso del tiempo, pues su sitio actual fue comprado en 1802, y la fachada que conocemos hoy se construyó en 1924.

El resto de la historia, básicamente está relacionada con los loteos de los terrenos de la iglesia y de la chacra de Zurbano (al norte de la plaza). De éstos últimos, una pequeña parte sería adquirida por la Municipalidad de Ñuñoa, ubicada en el lado norte de la plaza: de aquel pasado lejano, aún subsisten dos palmeras en su fachada.

“Los jesuitas donaron los terrenos por los años 1800 para que se hiciera una plaza cívica. De hecho, cuando se remodeló la plaza en el año 1980 se encontraron osamentas, había un cementerio jesuita en la parte sur de Irarrázaval”, relata Pedro Hernández, diseñador paisajista de la municipalidad desde 1980. “Irarrázaval desde los tiempos de la carreta ya existía como camino, incluso habían canales de regadío por el borde, todavía existen algunos. Luego vino el tranvía tirado por caballos, el tranvía a vapor y después el trolley. Por Irarrázaval llegaban hasta la Plaza Egaña y ahí se deban vuelta”, explica el profesional. La llegada del trolley a algunos pequeños locales comerciales dio un mayor impulso a la zona, dando origen a partir de 1900 de los primeros barrios y desarrollos urbanos.

Una plaza con mística e historia

A lo largo del barrio se aprecia una mixtura de estilos en las construcciones, desde el neoclásico de las antiguas viviendas (generalmente de no más de dos pisos, con patio en todos los costados), a diferentes tipos de edificios. Las palmeras abundan, aunque en avenida Macul y alrededores destacan grandes álamos y plátanos orientales. En el sector norte de la plaza, en tanto, se advierte una reiterada presencia de farmacias, pastelerías y hogares para el adulto mayor. También existe una pequeña plaza llamada Melvin Jones, ubicada en Joaquín Walker, entre Jorge Washington y Manuel de Salas.

Naturalmente, la Plaza Ñuñoa es el corazón del sector (y, por cierto, de la comuna). Como pocos lugares de la capital, este espacio público tiene la peculiaridad de ser un punto de encuentro para distintos públicos y edades. Por ejemplo, su lado familiar claramente se perfila más hacia el sur de Irarrázaval, donde se encuentra la pérgola y los juegos para niños.

Por otro lado, la actual identidad de la plaza como lugar de encuentro bohemio y cultural aparece a fines de los años 60’s, motivada por el aumento de población -fruto del avance de la urbanización colindante- y la aparición de espacios culturales como el Teatro Dante (1943, actual Teatro UC). Según relatan testimonios de la época, varios de los actores se juntaban en el local Las Lanzas antes y después de las funciones, situación que se repitiría en los años 80’s como lugar de encuentro para estudiantes e intelectuales. Hoy, este local tiene un status de culto entre sus pares en la plaza, y destaca por su sencillez, comida casera y grato ambiente para la tertulia. Dato a recomendar: probar Callos a la Madrileña, la especialidad de la casa.

Junto a Las Lanzas, otros locales “clásicos” de la plaza son El Dante, el Bar Sin Nombre, la Fuente Suiza (que destaca hace más de 50 años por el tamaño y el sabor de sus sándwiches) y la exquisita comida italiana de La Taverna Della Piazza. Hacia el sector sur de la plaza, en la calle Doctor Johow, se encuentra La Tecla, restaurante tradicional que funciona desde 1990 en una casona que permite albergar distintos ambientes: sandwiches, tablas y vinos son algunas de las especialidades del lugar.

Mención aparte merece La Batuta, epicentro del rock chileno, que desde su fundación en 1989 ha visto surgir a la mayoría de los más destacados exponentes del género en el país. Ubicado en Jorge Washington, al lado del Teatro UC, este centro de eventos hoy es considerado como un escenario que fue clave para la difusión del movimiento de los 90’s, y sigue siendo un referente musical y bohemio para más de una generación.

A partir de 2012, un nuevo espacio gourmet llegó para renovar la ya amplia oferta disponible en la plaza: el Boulevard Plaza Nuñoa, ubicado en la Plaza 19 de abril (atrás del edificio municipal, lado norte de la plaza) y concebido como un lugar para ir a comer, organizar happy hours o juntarse a conversar. Su oferta consta de ocho restaurantes, entre los que se pueden encontrar piqueos peruanos, comida japonesa, tapas españolas o lo mejor de la cocina chilena, y dispone de un parque subterráneo con capacidad para 320 estacionamientos (tarifa de $800 cada 30 minutos).

“Eso ha tenido un auge increíble, han llegado miles de personas, incluso de otros segmentos (socioeconómicos). Todos lloraban que se iban a morir los restoranes de acá”, recuerda Hernández, desmitificando los temores que guardaban los locatarios de la vieja guardia de pubs y restoranes. “Y no pasó na-da, porque toda la gente que viene es de otras comunas, de Las Condes, de Providencia, La Reina, muchos que iba al barrio Bellavista y se puso peligroso, se vienen pa acá. No ha mermado un centímetro el tiro de la otra gente”.

La proyección inmobiliaria del sector

Desde los 90’s comienza una acelerada transformación del barrio, fruto de una expansión de su oferta tanto inmobiliaria como de “turismo cultural“. “En los años 80’s se mantenían las casas-habitación en torno a la plaza, eran prácticamente casas patrimoniales. A partir de los años 98-2000 empezó el auge de las construcciones de altura y fueron desapareciendo esas casas alrededor”, reconoce Pedro Hernández.

Respecto a la regulación de alturas del barrio, el actual plan determina distintos límites según el sector: algunos continúan siendo “protegidos”, en otros se permiten edificios con altura máxima de ocho pisos, y en otros, la altura se determinará por “el paño” o capacidad de uso de suelo. Es el caso del sector conformado por las calles Jorge Washington y Plaza J. Walker, que desde el año 2003 fue testigo de una continua construcción de edificios en altura. Esta situación determinó que en la regulación 2006-2007 se bajaran los permisos a un máximo de ocho pisos.

Otro caso, es el sector al sur de la plaza conformado por Dublé Almeyda/Doctor Johow: mientras esta última aún mantiene baja edificación, D. Almeyda ha concentrado gran parte del boom inmobiliario de la comuna.

“Ese eje es distinto, allí se mantienen las alturas de acuerdo a la capacidad del terreno, es como Irarrázaval”, cuenta Hernández. En concordancia al aumento de población, en esta zona se aprecia una mayor concentración de servicios de comercio y colegios para atender a los nuevos vecinos. Distinta situación sucede en el norte de la plaza, donde el sector comprendido por calles Simón Bolívar y Diagonal Oriente aún mantiene un sello residencial, con una altura máxima de ocho pisos y acompañado de un tradicional pequeño polo comercial.

Evidentemente, los cambios en la densificación predial y en la diversificación de oferta gastronómica y cultural han traído consecuencias en la demografía del sector y, por tanto, en el mercado inmobiliario.

“Ha aumentado la población, absolutamente: Nuñoa se caracterizaba por ser una comuna de baja densidad poblacional, debido a que las casas eran muy grandes”, explica Hernández. Una opinión con algunos matices ofrece Manuel Vidal, administrador de las Lanzas y trabajador del local desde 1982. “Fue porque se puso de moda la comuna, antes que hubiera boom inmobiliario. Eso fue primero, y no al revés”, afirma.

Este tipo de crecimiento experimentado durante los últimos años también ha aumentado el valor inmobiliario de la comuna. “Pasó a ser una de las más caras: ha subido mucho la plusvalía de los estacionamientos, el metro cuadrado es carísimo. Sobre todo ahora, que vienen dos líneas de metro, la 3 y la 6. Eso también ha traído un interés inmobiliario”, explica Hernández, quien no desconoce que a una parte de los vecinos, esta situación no les agrada. “A la mayoría no les gustaban estos cambios, porque el arraigo de Nuñoa era de una comuna de barrio, tranquila, donde primaba lo habitacional, el paisaje natural, que era la urbanización, y ahora todo eso ha cambiado”.

En términos etáreos, Hernández asegura que hoy muchos de los nuevos habitantes son los hijos, nietos o bisnietos de los antiguos habitantes que regresan. “Muchos casos son por herencia. En un sitio donde había una casa, ahora hay 300 departamentos. Vendieron y ahora vuelven a comprar sobre su terreno. ¿Por qué motivo? No sé, pero así sucede”. Según el profesional veterano en proyectos urbanos del municipio, este fenómeno ha ocasionado que Nuñoa, de tener una población mayoritariamente adulta (adulto-joven y mayor) hasta el año 2000, en la actualidad posea tasas más parejas entre el segmento adulto y joven.

Desde Las Lanzas, Manuel Vidal apunta más a una diversificación de la población. “Hay un aumento en la cantidad de gente que vive en la comuna, pero es más de todo: la gente tradicional sigue estando aquí, a menos que se hayan muerto, y los demás vienen llegando porque son un pariente que quiere vivir acá, además del factor aspiracional: gente que se va movilizando de comuna en comuna”.

“Ha cambiado el paisaje urbano, obviamente, pero sigue siendo un polo de atracción y desarrollo tanto inmobiliario como comercial, cultural, que no para, sigue evolucionando. El segmento que viene para acá lo hace porque aún es una comuna tranquila, segura, donde no hay drama, violencia, tantos robos, etc”, concluye Pedro Hernández.

DATOS

Cómo llegar:

En Micro: Gran cantidad de recorridos que llegan desde el centro y varios que se van hacia la comuna de La Reina: 227, 403, 422, 505, 513, 514.

En metro: Tras la inauguración de la Línea 3 en 2018, habrá acceso directo a través de la estación Chile España (Irarrázaval con Chile España y Av. José Pedro Alessandri)

Bike Stgo: Av. Irarrázaval con Av José Pedro Alessandri; Manuel de Salas 71 (Plaza Nuñoa)

Restoranes

– Café Dante: Jorge Washington 3520
– Bar Sin Nombre: Av. Irarrazaval 3420
– Fuente Suiza: Av. Irarrazaval Nº 3361
– La Taverna Della Piazza: Av. Irarrázaval 3600
– ProBoca, gastronomía peruana: Manuel de Salas 162
– Niu Sushi bar: Diecinueve de Abril 3560
– Taxco Cantina: Diecinueve de Abril 3540
– Pub Blue: Diecinueve de Abril 3526
– La Tecla: Jorge Washington 164
– Barbudo Beer Garden: Jorge Washington 176
– 35mm bar restorán: Jorge Washington 192

Boulevard Plaza Nuñoa: En Plaza 19 de abril, Irarrázaval 3550. Ofrece una galería de ocho restoranes: Baires, especializado en sushi; La Greda, con comida más tradicional proveniente de Pomaire; Open Box, selección de comida japonesa; San Bar, sandwich gourmet y grandes pantallas para partidos de fútbol; Barandiaran, comida peruana y chifa; Tapas y Birras, carta de comida mediterránea y especializado en cervezas; Lizarran (tapas y pinchos españoles), y Allegro, con pastas artesanales y Pizzas a la piedra. Todos los locales están abiertos de 10:00 am hasta las 2:00 am aprox.

Teatros y centros de eventos
– La Batuta: Jorge Washington 52
– Teatro UC: Jorge Washington 26

Colegios
– Liceo Experimental Manuel de Salas: Brown Norte 105
– Henri Fayol: Manuel de Salas 487
– Instituto Santa María: Juan Enrique Concha 273
– República de Costa Rica: Humberto Trucco 123

Jardines infantiles y sala cuna
– Ciclo preescolar Liceo Manuel de Salas: Pedro Torres 96.
– Montessori Saint Francés: Pdte José Battle y Ordoñez 3688
– Magic Flowers: Manuel de Salas 516
– Dragonfly: Simón Bolívar 2862
– Dulce Luna: Suecia 3317
– Vitamina: Suecia 3612

Comercio y otros
– Pastelería Sabor y arte (tortas y kuchen, tortas con sucralosa): Irarrázaval 3800
– La Postrería: Juan Enrique Concha 435
– Farmacia La Rebaja: Simón Bolívar 3751
– Almacén frutas y verduras: Simón Bolívar 3215
– Supermercado Líder: Av. Irarrazaval 2928 (Suecia)

Iglesias
– Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: Manuel de Salas 401.
– Evangélica Luterana, Congregación La Trinidad: Dublé Almeyda 3396

Salud y otros
– Fundación del Niño Oncológico, casa Sagrada Familia: Manuel de Salas 371
– Residencia del adulto mayor: Suecia 3276
– Tianmen, centro de medicina china tradicional: Suecia 3329