A la altura de Av. Apoquindo 5401, ingresando por el lado sur a través de calle La Capitanía, se accede a uno de los sectores más tradicionales de la comuna de Las Condes. Conocido como barrio la Capitanía, es un lugar eminentemente residencial y muy bien ubicado: está a seis cuadras de la estación de metro Manquehue, tiene buenos accesos a autopistas y es cercano al Estadio Español, al centro comercial Apumanque y a importantes colegios del sector alto de la capital como el Compañía de María y SEK.
La comuna de Las Condes está ubicada en el sector nororiente de Santiago, y junto con Providencia y la comuna de Santiago representa el eje comercial, financiero y turístico de la capital de Chile. Su población, según el censo de 2012, alcanza los 282.972 habitantes, la mayoría de nivel socioeconómico medio-alto y alto.
De ser campo profundo al centro financiero de Santiago.
El 26 de agosto de 1901, se decretó la creación de la nueva comuna de Las Condes (aunque la independencia de su municipio respecto de la comuna de Providencia sería más tarde, en 1932). Fue una decisión tomada por los propietarios de los fundos, quienes escogieron como escudo el de Las Condes de Sierra Bella. En aquellos tiempos toda la zona era eminentemente rural, y en los sectores que hoy conocemos como Las Condes, Apoquindo, Vitacura, La Dehesa y Lo Barnechea, sólo había 6.303 habitantes.
Imagen: I. Municipalidad de Las Condes
En los años 20 se iniciaron los trabajos de urbanización: se nivelaron los terrenos, se abrieron amplias avenidas, se tendieron las líneas de agua potable, luz pública y privada, gas. A ello, se sumó la construcción de elegantes casas por destacados arquitectos, como Alberto Cruz Eyzaguirre. En 1949 se vendió la chacra de Apoquindo, tras lo cual fue dividida en 2.094 sitios, recibiendo el nombre de Villa Los Dominicos.
“La ciudad había llegado. Sus habitantes rápidamente impulsaron un nuevo ideal urbano, encontrando en la zona el escenario ideal para una novel forma de vida. Los centros urbanos se concentraron alrededor de los clubes deportivos, como Club de Golf, Stade Français, Estadio Español, Estadio Palestino, que con sus parques públicos y privados, generaron una red de pulmones verdes en la comuna” (1).
Pablo de la Llera, asesor urbano de la Municipalidad de Las Condes, recuerda los orígenes del barrio La Capitanía. “El barrio tiene un origen común con la chacra San Pascual que deslindaba al oriente con la chacra El Rosario, cuyas casas ocupa actualmente el Instituto Cultural de Las Condes. Es un sector situado al oriente del Barrio Español surgido al alero de la construcción del Estadio Español el año 50; en la década del 50’ al 60’ constituye una unidad vecinal urbanizada en torno a una plaza rotonda siguiendo las líneas de diseño urbanístico de la ciudad jardín, y asociado a la vivienda de suburbio americano en la corriente del Nuevo Urbanismo”.
El desarrollo del barrio se produce con una fuerte y rápida expansión, estimulado inicialmente por la Ley Pereira (2) que permite a las Cajas de Previsión invertir en la construcción de viviendas para sus afiliados, situación que recibe un nuevo impulso con el DFL N° 2, en general para sectores socioeconómico medio y medio alto.
Un barrio a la antigua
El barrio la Capitanía está delimitado Av. Manquehue (al este), Martín de Zamora (al sur), Rosa O’higgins (al oeste), y Av. Apoquindo (lado norte).
Su arquitectura se basa en viviendas unifamiliares circundando un espacio público destinado a la plaza central, la cual está rodeada por una rotonda, la Parroquia Santo Toribio de Mogrovejo y locales comerciales. Para Pablo de la Llera, todos estos elementos son idóneos para “fortalecer la identidad y reconocimiento territorial de una unidad vecinal”.
“La vivienda del barrio es de estructura tipo bungalow americano, con manifestaciones modernistas y de estilo internacional, en general de uno o dos pisos en mansarda con la característica de ciudad jardín, con patio anterior, antejardín y posterior en el interior del terreno”, describe el profesional. También es notoria la presencia de casas inglesas, en calles Del Inca y Del Tintoretto.
El barrio, además, se caracteriza por una fuerte presencia de vegetación, con una gran variedad de árboles, enredaderas y avenidas verdes. Por calle Nevería hay una vía para bicicletas, y la mayor actividad comercial (aparte del conocido centro Apumanque o la Avenida Apoquindo) se concentra en el sector de calles Sebastián Elcano con avenida Cristóbal Colón.
La Plaza La Capitanía
Conocida también como Plaza Del inca, es el centro urbano y de la vida social en el barrio. Está equipada con abundantes juegos para niños, máquinas para hacer todo tipo de ejercicios y senderos. En el centro, hay un monumento a Ignacio Carrera Pinto y los héroes de la batalla de la Concepción en 1882.
Alejandra de la Vega es dueña del Minimarket Zeppelin, ubicado en la esquina conformada entre La capitanía y Del Inca, frente a la plaza. Cuenta que lleva once años con su negocio, aunque conocía de antes el barrio por la familia de su marido “Él vivió toda su vida acá, desde los 15 años. No existía plaza, no había Apumanque, nada”, recuerda. “Es bien familiar. Aquí en la noche viene toda la gente con sus perros, tienen un grupo, se sientan y fuman, vienen a comprar café o bebidas y están horas ahí”.
La plaza es también el lugar por excelencia para las actividades deportivas de los vecinos, que incluyen grupos de yoga, artes marciales y crossfit. Los sábados, es el punto de reunión del grupo scout de la parroquia Santo Toribio.
“Lo que pasa es que aquí viene harta gente, llegan amigos, contratan de repente a un entrenador, se juntan varios, o son chiquillos de aquí del barrio que se ponen de acuerdo a una hora y hacen todos juntos ejercicio. El grupo de scouts es grande, debe ser como la cuarta generación. De la municipalidad creo que tienen a una persona que le hace yoga a la gente mayor también”, asegura Alejandra de la Vega.
El municipio, por su parte, suele organizar actividades para efemérides especiales como el Día del niño o el fin de año. También realiza charlas de prevención de seguridad para los vecinos (portonazos, estafas telefónicas), como se puede apreciar en algunos afiches pegados en las paredes de las casas. “Ahora en el tema de seguridad, estamos pidiendo guardias, porque antes teníamos y ahora no, estamos insistiendo en eso”, dice Alejandra.
El ayer y hoy del barrio La Capitanía.
Como todo barrio tradicional, La Capitanía ha pasando por una serie de transformaciones durante los últimos años, como un cambio generacional de vecinos y la construcción de numerosos edificios de altura en las avenidas más transitadas. Un testigo de ella ha sido Miguel Díaz, quien desde hace 30 años atiende un quiosco en Martín de Zamora con Jorge VI.
“Éste es un barrio tranquilo, de clase media-media, y media alta”, parte definiendo el trabajador. “Cuando yo llegué acá no había ningún edificio. Inclusive una casa al frente era una parcela que llegaba hasta Colón. Ahora hay matrimonios jóvenes que habitan estos edificios nuevos, en búsqueda de confort y seguridad. Y en este barrio lo han encontrado, porque aquí es muy raro que te roben”, asegura.
De acuerdo al actual Plan Regulador, la altura máxima de construcción –en las calles que rodean la plaza es de 10,50 metros o tres pisos. Muy distinto es el panorama, por ejemplo, desde calles como Martín de Zamora hacia el sur, donde proliferan las nuevas construcciones en altura.
“En general, los distintos barrios de la comuna que están entre los ejes principales ejes -Apoquindo, Colón, Kennedy- se encuentran protegidos en el plan regulador y corresponden al 70% del territorio comunal que se mantuvo en baja altura y densidad. El 30% restante -en general asociado a los ejes principales- corresponde a sectores de alta densidad y altura y uso comercial”, explica Pablo de la Llera.
Miguel Díaz recuerda, no sin un poco de nostalgia, los viejos días del barrio. “Ahí donde está esa camioneta, unos metros más allá, había una garita que era una casa chica de ladrillos, de color café. Y esta plaza, donde estamos, no existía. Nosotros estábamos ahí con un quiosco de madera. Yo llegué acá cabrito, de antes del Golpe, acompañaba a mi mamá. Sabes tú que las micros San Carlos tenían baño y una mesa pa al almorzar. Siempre habían dos o tres ahí estacionadas para hacer recorridos. Levantaban la media polvareda,”,
Según Alejandra de la Vega, la población del vecindario se ha renovado. “Han llegado hartos matrimonios jóvenes con niños, por el tema de casa, buscando espacios. A veces son parte de la misma familia que vuelve al barrio. Les da la tranquilidad porque en general el barrio tiene todo lo que necesitas”.
Vega también mantiene un lazo afectuoso con el sector. “Aquí comparte mucha gente y te conoces con los vecinos, a la gente le gusta este tipo de negocios. Vienen y dicen ‘va a venir mi hija más tarde, les puedes entregar la llave’; ‘no voy a estar y van a dejar una encomienda, ¿la puedes recibir?’. Ya, les digo yo, bueno”.
Recomendado
Caminar en dirección hacia la Plaza La Capitanía desde calle Del Inca. Ofrece un relajante paseo conformado por una tupida avenida de árboles, el pulmón verde de la plaza y la imponente postal de la Cordillera de Los Andes como fondo.
DATOS
Estadio Español, Neveria Nº 4855.
Centro comercial Apumanque, Manquehue Sur 31.
Restaurant Bali Hai, Colón Nº 5146.
Centro De Salud Villa Aurora, La Capitanía 647 Santiago, Las Condes
Jardín Infantil Querubines, La Capitanía 653.
Jardín infantil Alun Montessori, Del Inca 5720.
Sala Cuna y Jardín Infantil Sol del Inca, Calle Rosario Sur 310.
Centro de Atención en psicopedagogía, Martín de Zamora 5963
Farmacia Cruz Verde, Martín de Zamora 911.
Ok Market, Martín de Zamora 5278.
Panadería Coliseo, Colón 5097.
Pastelería y cafetería Cory, Colón 5069.
Puerto Colón (pescadería), Sebastián Elcano 1033.
Colegio Compañía de María, Manquehue Sur 116.
Colegio Internacional Sek Chile, Los Militares 6640.
CITAS
(1)-Basado en reseña publicada en el sitio de la Municipalidad de las Condes, https://www.lascondes.cl/informacion_comunal/historia.html
(2)- Ismael Pereira Lyon, fallecido en 2007. Creó la ley Nº 9.135, que a partir de octubre de 1948 y hasta comienzos de la década del 60 impulsó la construcción de “habitaciones económicas”, como se denominó a ese tipo de viviendas, que gozaron de exenciones tributarias y se destinaron a sectores de ingresos medios.