La capuchina, también llamada Espuela de Galán, es una planta proveniente de los Andes de Perú y Bolivia, y que ha logrado expandirse exitosamente por Sud América y Europa. Es una herbácea perenne que crece a modo de enredadera y posee gran valor ornamental gracias a la complejidad y variado colorido de sus flores. Éstas pueden variar entre el amarillo, naranjo y rojo oscuro y su cáliz forma un llamativo espolón horizontal. Sus hojas redondeadas también son muy características ya que se encuentran conectadas con el pecíolo al centro de la hoja a diferencia del común de las plantas.
Sus flores, sobre todo la variedad de color rojo, concentran componentes capaces de neutralizar los radicales libres responsables del envejecimiento celular. Esto, en conjunto con su alta concentración de Vitamina C en las hojas, hace de esta herbácea un gran antioxidante. Posee múltiples virtudes asociadas a su consumo utilizándose como antibiótico (Escherichia coli, Salmonella, Estafilococo), antiséptica, anti bronquítica, expectorante y cicatrizante.
Esta planta es comúnmente utilizada en el mundo culinario para adornar platos con sus flores y gracias a sus propiedades aperitivas sirve perfectamente como entrada ya que estimula los jugos gástricos y abre el apetito. Hojas y Flores se consumen frescas en ensaladas, combinándolas con lechuga o acompañando sopas aportando un sabor picante -similar a la mostaza- a las preparaciones.
Si bien posee múltiples beneficios también hay que consumirla de manera responsable ya que puede producir alergias, cómo dermatitis, en algunas personas. Si bien sus frutos se consumen como alcaparras, las semillas que contienen pueden ser tóxicas por lo que no se recomienda un consumo excesivo de éstos. Para mayor información acerca de su cultivo, usos y contraindicaciones los invitamos a descargar la ficha informativa.