Pasajes y calles de fachada continua, varias influencias arquitectónicas cuyo nacimiento se remonta al siglo XIX, aunque algunas de sus edificaciones son del siglo XVIII. Bajo el mandato del Presidente Prieto, esta fue el primer barrio planificado de la ciudad de Santiago, fue la primera expansión del centro histórico, por ende recibió la clase media-alta de la época con gran nivel cultural cuyo interés se vio reflejado en el lugar donde vivían.
El Teatro Novedades, ubicado en la Calle Cueto fue construido inicialmente en 1913 y fue restaurado en el año 1997 por la Municipalidad de Santiago. Importantes personajes de nuestra historia cultural como, Joaquín Prieto, Eusebio Lillo, Agustín Edwards, entre otros, familias que anhelaban la vida de ciudades europeas, desarrollaban muchas actividades recreativas y hacían uso del espacio público. Es en este contexto que surge el Teatro Novedades, originalmente pertenece al Círculo Español que lo destinaba a la representación de Zarzuelas, donde también se mostraban películas mudas acompañadas por un pianista.
El espacio público por excelencia del barrio es la Plaza Yungay. Esta plaza nació en conmemoración a los soldados que derrotaron a las fuerzas de la confederación peruano-boliviana en Yungay en 1839, un pueblo al sur de Perú. Desde ese entonces la plaza se convirtió en centro de reunión y encuentro.
Su ícono está situado en el centro de la plaza; el Monumento al Roto Chileno. Éste, está tan arraigado al barrio que se le conoce también como el “Barrio del Roto Chileno”. Es un lugar que funciona “sin restricciones”; niños, adolescentes, vecinos, homeless, ferias, religiosos, extranjeros, picnic, turista, etc. comparten el mismo escenario… muy pluralista.
Como nuestras salidas son los Domingos, se puede apreciar toda la vida urbana del barrio, no tanto de la gente que llega allí para trabajar si no de aquella que habita. Hay mucho extranjero, situación similar a la que relataba en el post del Barrio Matucana, pues son barrios contiguos, pero también se ve población joven vendiendo su arte o cosas usadas en las ferias de Calle Portales o en la de la misma Plaza. Además, el barrio es destino turístico seguro de muchos extranjeros, que son atraídos por conocer la historia de la ciudad y su influencia europea.
Muchos de ellos legan a la famosa Peluquería Francesa. Esta funciona desde 1968 en la calle Santo Domingo. Estaba a cargo de tres maestros peluqueros franceses, los que atendían al personal del consulado de Francia y a vecinos del barrio. Es uno de aquellos lugares del centro donde ves al antiguo barbero, ese de oficio, que parece sacado de una película antigua. Hoy, además, funciona como restaurante atendido también por algunos garzones franceses. Ahí, claramente, se hace patria.
Frente a la Peluquería, está el Centro cultural NAVE. Ad portas de cumplir 1 año de funcionamiento, destaca porque rescató una casona de arquitectura típica del barrio que se incendió, mantuvo la fachada restaurándola y por dentro desarrolló varios espacios y aulas para distintos fines de las artes. Este proyecto fue hecho por el Arquitecto chileno Smiljan Radic, que debo reconocer que me gusta mucho su obra, y esta en particular, porque se hizo eso que no estamos a acostumbrados a ver en Santiago… rescatar y restaurar el patrimonio resultando una obra de arquitectura contemporánea. Muy contemporánea, porque esta es nuestra realidad, esto es contingencia, cómo vamos a darle nuevos usos a espacios y barrio degradados para transformarlos en nuevos focos culturales.
Mención aparte, que por una de sus fachadas, se puede cómo quedó la casona con el incendio colindando de manera casi tétrica con NAVE.
Croquis: Daniela Monterrosa.
“De profesión Arquitecta, Máster en Diseño y Espacio Público. Mi gusto por el dibujo comenzó en las aulas de croquis urbano de la carrera de Arquitectura y terminó de confirmarse con mi posterior encuentro con “Urban Sketchers”.
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