“El dieciocho de septiembre”(Detalle) Autor: Israel Roa / Museo Nacional de Bellas Artes.
El Parque O´Higgins en la historia de las celebraciones de Santiago
Septiembre es un período único dentro de nuestro calendario anual, quizás el mes más emblemático para las celebraciones cívicas de nuestro país. Y es que para la historia de Chile, este mes es recordado por marcar el inicio de la Independencia como nación soberana y libre de la Corona Española. Si bien en la práctica fue febrero de 1818 donde Chile logró imponer su autonomía, la gran cantidad y extensión de las festividades religiosas celebradas a principio de año terminó por trasladar las actividades conmemorativas para el mes de septiembre, fecha que recuerda el primer cabildo y posterior Primera Junta Nacional de Gobierno.
“Proclamación y jura de la Independencia de chile” Autor: Pedro Subercaseaux (1945).
Septiembre se transformó con el correr de los años en una instancia de comunión entre poder político, aristocracia y comunidad, transformándose en una celebración trascendental que apostaba por transmitir un sentido de educación cívica a la población. Prueba de esto es que ya desde 1831 el Presidente electo Joaquín Prieto estableció el 18 del mes como la instancia para realizar el cambio de mando presidencial al mismo tiempo que se celebraban los Juegos de Guerra, orígenes de la actual parada militar. Si bien las festividades eran organizadas en conjunto por las autoridades y aristocracia chilena bajo una fuerte influencia europea propia de los españoles que vivían en el país, las costumbres de la población proveniente del campo logró imponer su sello. Así, la fiesta nacional terminó posicionándose como una experiencia más bien carnavalesca donde el pueblo mestizo celebraba el “abandono del invierno, la alegría de vivir, las comidas y bebidas en abundancia, la convivencia placentera”, en una mezcla perfecta entre el carácter cívico, popular y festivo de la sociedad de la época.
Ramadas (Tradición Fiesta Nacional)” / Archivo Nacional.
En este contexto de celebración, Santiago ocupó el lugar principal de las celebraciones masivas. Si bien existen referencias de centros de diversión particulares propios de los sectores populares, no fue hasta la el período de 1830 donde se logró establecer un escenario común masivo para el desarrollo de las festividades del mes patrio. Fue precisamente en el llano conocido como La Pampilla, terreno polvoriento de cercana distancia del centro de la ciudad, dónde se decidió concentrar las festividades asociadas a la independencia nacional. Emplazado al sur de la cañada, este espacio se fue transformando en un lugar de encuentro social y de distensión para la clase acomodada, constituyendo uno de los espacios de expresión cultural más importante de la ciudad el cual vivía su clímax en el mes de septiembre en torno a ramadas, fondas y ejercicios militares para celebrar el aniversario patrio.
“18 de Septiembre en Santiago” Autor: Ernest Charton de Treville, (1845) / Museo del Carmen de Maipú.
La consolidación como espacio público para la ciudad llegó el año 1873 cuando se inaugura bajo el nombre de Parque Cousiño, diseño del paisajista francés Guillermo Renner. El parque se transformó en el espacio de excelencia para las nuevas festividades y prácticas sociales, posicionándose como el recinto natural para las actividades deportivas de la ciudad. Los sectores asociados a la elipse o la laguna se transformaron en el escenario de los primeros partidos de fútbol, competencias de atletismo, clubes de ciclismo, tenis e incluso automovilismo, reuniendo a varios miles de personas en el primer estadio abierto del país.
Postal de la laguna del Parque Cousiño.
Imagen Laguna Parque Cousiño.
Imagen competencia ciclista en Parque Cousiño (Archivo Memoria Chilena).
Si bien, el parque vive su periodo de mayor apogeo en 1910 bajo el contexto de la celebración del Centenario de la República, desde la década de 30 la crisis económica que vivió el país hizo imposible su mantención comenzando un período de abandono agudizado por el desplazamiento de la aristocracia a nuevos sectores de la ciudad. No fue sino hasta la década del 70´donde vuelve a surgir como referente de espacio público cultural y de festividades dentro de la ciudad. Se decide cambiar el nombre a Parque O´Higgins además de iniciar un proceso de transformación y hermoseamiento complementado con nuevos equipamientos culturales y de entretención. Es precisamente en este período donde se inaugura el llamado “Pueblito”, el cual albergó restoranes y pequeños museos, así como a la Universidad Bernardo O’Higgins.
Inicio Parada Militar Palacio Cousiño, Presidente González Vidal (1950)
Hoy el Parque O’Higgins no sólo está consolidado como uno de los pulmones verdes más significativos de Santiago sino que constituye uno de los espacios deportivos y de expresión cultural de carácter masivo más importantes de la capital. No sólo ha logrado mantener el carácter institucional a través la inauguración de la fiesta nacional, evento que sigue reuniendo anualmente a autoridades cívicas y gubernamentales y ciudadanía, encabezada por el Presidente de la República. También se posiciona con festivales de trascendencia internacional como Lollapalooza que desde el 2011 reúnen más de 120.000 espectadores y el teatro multipropósito Arena Santiago, recintos deportivos como la Piscina Olímpica, el Patinódromo y la escuela de Tiro al Arco de Santiago y recintos de entretención como Fantasilandia.
Imagen vuelo de pájaro Parque O´Higgins (Wikipedia.org).
Imagen vuelo de pájaro Parque O´Higgins (Lollapalooza)
Imagen interior Arena Santiago (Lollapalooza)
Links Referencia:
Alejo Weiss
“Viajando por el mundo en busqueda de la flor de los 7 colores”
Instagrama: @Esparangua / #weissoain #weissoainesporelmundo