Casi nada de azúcar y casi nada de esfuerzo… de cranberries, castañas de cajú, avena y chocolate amargo.
10 porciones / 15 minutos + 30 minutos de reposo.
– 1 taza de castañas de cajú (si son saladas, lavarlas un poco sobre un colador)
– 1 taza de cranberries deshidratados
– ¼ taza de avena instantánea
– 2 tazas de nibs de chocolate amargo
– 4 cucharaditas de azúcar rubia de caña
– 4 cucharaditas de aceite de coco
En una procesadora junta las castañas con los cranberries y procesa en tandas de no más de 2 segundos, hasta dejar una mezcla pareja pero no muy molida. Traspasa a un bol.
En la misma procesadora junta la mitad del chocolate, la avena y el azúcar, y repite el procedimiento anterior de la misma manera. Traspasa al bol.
Derrite el aceite de coco en el microondas a potencia baja, hasta que esté líquido. Agrégalo al bol y mezcla bien.
Traspasa todo a un pyrex o fuente de vidrio de unos 20×20 cm. Reparte la mezcla de manera pareja y presiona con una espátula, comprimiendo bien por todos lados, hasta que quede compacta.
Derrite el resto de chocolate a baño maría y repártelo encima de la mezcla, esparciéndolo bien con una espátula de goma o el dorso de una cuchara sopera.
Cubre la fuente con film plástico y refrigera por al menos 30 minutos.
Luego corta en 10 partes iguales, despréndelas de la fuente y prende la cafetera.
(Si hace mucho calor, conserva en el refrigerador)
Foto: Santiago Sahli.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.