Bart Hess

La ‘indumentaria’ se define como un anexo de vestuario que va sobre el cuerpo, revistiendo nuestra estructura. Resulta elocuente la postura de Andrea Saltzman frente a la indumentaria con el titular: “El vestido, como el primer espacio del habitar.”15   Es curioso pensar que un acto tan simple y muchas veces automático, como es el vestirse, sea simplemente eso. En la actualidad vivimos el día a día de una rutina acelerada, donde muchas veces las personas se visten rápidamente para cumplir con el tiempo programado.

En mi opinión, este acto tan básico es el reflejo, de manera consciente o inconsciente, de quiénes somos y qué queremos mostrar frente a nuestros pares. La académica Joanne Entwistle señala que “la vestimenta forma parte de la cultura expresiva de una sociedad y constituye un aspecto comunicativo que participa de los procesos de construcción de identidad tanto individuales como colectivos.”  16 De este modo, son códigos que, impregnados con nuestra identidad, hemos exteriorizado y, de alguna manera, deja ver las superposiciones de la cultura heredada y una postura crítica hacia lo que nos rodea.

Issey Miyake

En este sentido, entiendo que la indumentaria es nuestra segunda piel que envuelve a nuestro primer hogar, el cuerpo. Y, siendo así, el revestimiento de nuestra estructura corporal nos habla de una constante transformación de este; la mutación que tiene directa relación con lo que trascurre en nuestro entorno que se vincula con todo lo que fabricamos como seres humanos: estructuras que nos protejan del clima, de nuestras estructuras sociales y jerárquicas. Es así como aparece el cuerpo como un portador de mantos llenos de códigos, con el fin de desafiar estas estructuras develando lo que somos. Entonces, el rol de la indumentaria se desenvuelve en la conjunción entre la estructura corporal y el entorno. La indumentaria es el canal por el cual la sociedad tiende a comunicarse con su entorno de arquitecturas corporales colectivas.

Pinterest

Es aquí la importancia de los objetos que cotidianamente obtenemos y con los cuales decoramos nuestro habitar, ya sea nuestro cuerpo que nos cobija al igual que nuestro hogar, estos objetos son capaces de encapsular recuerdos permitiéndonos revivir dichas experiencias, somos capaces de pregnar con nuestros recuerdos cualquier espacio,  dejando huellas en donde lo emplace.

El vínculo emocional que existe con estos objetos llega a ser tan íntimo, que se preservan a lo largo del tiempo y no resulta fácil desprenderse de ellos. En ocasiones se les otorga un significado de amuleto: un objeto que se lleva encima al que se le atribuye la virtud de alejar el mal o propiciar el bien. A lo largo del tiempo, los amuletos han sido transformados en una variabilidad de escalas según las zonas donde se posan, pero en esencia deben proporcionar una experiencia al portador. En cambio las joyas tienen la misión de acentuar la corporalidad del individuo, entregando un mensaje o discurso pre establecido pero al mismo tiempo interpretable por la sociedad.

“Diseñadora apasionada y versátil, enamorada de la investigación y la decoración, especializada en dirección de arte y diseño expositivo, enfocada en el pensamiento creativo y atención a los detalles para crear soluciones de diseño centrado en las personas, creyendo profundamente en la democratización del diseño.”

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