Por: Daniela Salas @librosaciegas

 

Siempre he admirado y me han conmovido esos libros en los que el paisaje, el lugar donde se desarrollan es un elemento que habla por sí solo, convirtiéndose en un personaje más, como parte orgánica y vertebral de un relato que no se explicaría en ningún otro espacio. Convertir un hábitat en historia o saber imbuirla de manera precisa, quirúrgica, en uno es un desafío no simple para un escritor; si eso sale mal, si lo que se quiere decir se podría contar en cualquier otra parte, ya todo suena insulso. Por el contrario, la sinergia que produce la perfecta conexión entre territorio y relato es una explosión de sentido.

 

 

Foto gentileza de Megustaleer.com @megustaleer

 

Por si se va la luz

La vorágine de la vida actual y de la hiperconectividad; los cinismos y las prioridades desenfocadas; la ilusión del escape; las ironías y las certezas de perseverar en las utopías. Personajes complejos y hermosos que nos hablan de una forma de ver el mundo, que con sus reflexiones también encienden alarmas que dejan más preguntas que respuestas. “Por si se va la luz”, de Lara Moreno es esto y más. Una pareja joven que decide dejar todo la locura urbana atrás para comenzar de nuevo en un pueblo aislado, casi deshabitado, donde conviven con un paisaje adverso y desolador, hombres y mujeres que parecen en extinción, que viven del trueque y del provecho que pueden sacar a lo poco que les está dando la naturaleza. Un cuestionamiento del hoy situado en un territorio que habla de origen, raíces, pero también de decadencia y final.

 

 

Foto gentileza de Ediciones Salamandra @ediciones_salamandra

 

Purga

“Purga”, el libro de la finlandesa Sofi Oksanen, publicado en 2008 comienza con el encuentro de dos mujeres, una anciana estonia y una joven rusa, en una zona rural al oeste de Estonia, pero va trasladándose como una montaña rusa entre presente y pasado, desvelando hechos, relaciones y rencores pendientes. El tiempo y los lugares en la narración se vuelven incluso un personaje más, que añaden vértigo a una trama que es una perfecta plataforma para narrar la crudeza de lo ocurrido en un país; sus constantes invasiones y la lucha de su gente por una identidad en medio de un contexto polarizado y de odiosidad, incrustado en lo más macro y también más íntimo de la sociedad. Desde que lo leí estoy obsesionada con conocer Estonia; he investigado su historia y sus vaivenes. Eso es lo que consigue un perfecto relato sobre territorio y su contexto.

 

Foto gentileza de Megustaleer.com @megustaleer

 

Saga Dos amigas

No me canso de recomendar a Elena Ferrante y su saga Dos amigas. Cuatro libros que cruzan la infancia, adolescencia y madurez de Lenú y Lila, dos amigas que crecen en la Nápoles de mediados del siglo XX. Una historia en la que esta ciudad, su pobreza, su gente, su desigualdad, sus olores, auge y decadencia, junto con el contexto histórico de una Italia acontecida, dividida define una narración profunda, sincera en la que se trasluce cómo tu lugar de origen puede definir tu futuro y cómo también puede ser la razón para querer dejar todo atrás. Raíces, aceptación, negación y territorio que forja generaciones.

 

 

 

Daniela Salas
Periodista de cuneta y lectora de salón, además de profesora de lenguaje. Vivió en Antofagasta, Nueva Zelanda y Madrid, por ahora en Santiago. Adicta a los libros y a todo lo vintage.

Daniela Salas
Periodista de cuneta y lectora de salón, además de profesora de lenguaje. Vivió en Antofagasta, Nueva Zelanda y Madrid, por ahora en Santiago. Adicta a los libros y a todo lo vintage.

@librosaciegas