Por Catalina Cumsille @catacumsille
Mi nombre es: Catalina Cumsille Rojas, tengo 27 años y estudié diseño gráfico en la Universidad Diego Portales. Hoy en día trabajo en Estudio Fortuna, una oficina de diseño gráfico que fundé hace tres años con mi mejor amiga de la universidad.
Decidí estudiar esta carrera sin saber muy bien a lo que estaba entrando, tenía en mi cabeza metida la idea de estudiar derecho y me arrepentí, creo que ha sido una de las buenas decisiones de la vida.
Estudiar diseño es una de las cosas que ha traído mucha felicidad a mi vida. Me ha llevado a tener un espacio donde puedo expresarme, crear y llevar a cabo increíbles proyectos.
Felicidad para mi es: algo que podemos elegir. La vida para todos está llena de malos momentos, que llegan para enseñarnos algo, para seguir adelante tomando las lecciones que nos servirán para que en el futuro seamos más felices y mejores personas. Todo pasa siempre por algo y siempre será para mejor.
Felicidad es compartir con la gente que amo: cocinarles algo rico y sorprenderlos, reírnos, tomarnos un café, un aperitivo en la terraza, caminar, lo que sea, pero estar con ellos. Hacer las cosas que me apasionan: correr para mí se ha transformado en una forma de felicidad instantánea y de gratificación pura –sobre todo cruzar una meta–, en ese momento solo importa correr y disfrutar del lugar por donde voy. Aquí entra la naturaleza, disfrutar del camino, las flores, los árboles, el sonido de la lluvia, son cosas que me hacen sonreír. Al igual que ilustrar, mirar la hoja en blanco y ver qué sale, dibujar porque sí, porque me gusta.
“Happy are those who sing with all their heart, in the forthrightness of their heart.
Find joy in the sky, in the trees, in the flowers. There are flowers everywhere for those who want to see them.” Henri Matisse
Mi relación con la ilustración: ha sido de momentos de altos y bajos. Mi papá es Ingeniero Civil y a la vez pinta maravilloso (no es porque sea mi papá), por lo que siempre lo vi pintando, lo ayudaba y es algo que me encantaba hacer cuando chica. Dibujé hasta tercero medio, porque ahí entré al plan humanista en el colegio y lo deje por la cantidad de estudios que tenía (la historia también me encanta) y después en la universidad pensé que lo podría retomar, pero por alguna extraña razón fueron años en los que no dibuje NADA. Me fue pésimo en todos los ramos de dibujo y siempre trataba de hacer proyectos relacionados con la ilustración, pero terminaban frustrándome mucho y cambiando de idea.
Así que fueron años sin dibujo, volvió de a poco. Dibujaba esporádicamente en algunas croqueras con unas acuarelas que encontré en mi casa. Después hice unos partes de matrimonio y finalmente llegó un proyecto a la oficina que me obligó a volver. Es un proyecto al que le tengo mucho cariño, porque me devolvió esas ganas de crear, dibujar e imaginar.
Desde ese día no he parado, hemos incorporado la ilustración a nuestro trabajo en Fortuna y he ido sintiendo más inquietudes, mirando en qué otros soportes puedo poner mis ilustraciones, tomando cursos e investigando. Así nacen estas cerámicas ilustradas, una idea que está recién partiendo, que me ha traído mucha felicidad, ganas de hacer cosas y explorar.
Los materiales con los que trabajo: bizcocho de pasta de baja blanca, que viene listo para pintar. Lo ilustro con un esmalte translúcido, marca Duncan que funciona como la acuarela, lo cual me acomoda mucho.
Para empezar cualquier pieza: lo primero que hago es diseñar con acuarela en una croquera. Inspirada principalmente en las flores, miro mi jardín o reviso mis libros de botánica para buscar flores diferentes o crear nuevas formas a partir de ellas, muchas tienen colores que no existen en la realidad. Eso es lo que me gusta de la ilustración, que tienes chipe libre para crear e imaginar. Analizo los colores y formas, que queden bien sobre la pieza que estoy trabajando. Ya que según si son curvas o planas hay trazos que quedan mejor que otros. La idea es que cada una sea única y pintada 100% a mano.
Después del boceto que hago, parto dibujando la pieza, a veces agrego un poco de agua a los pigmentos para generar luces y sombras. Cuando ya está dibujada hay que darle dos capas de esmalte transparente y al horno. Cuando salen es muy emocionante ver cómo quedaron, ya que cuando se pinta sobre el bizcocho queda una pintura más plana y opaca de lo que realmente es después de la quema.
En un futuro me encantaría: estudiar más en profundidad la cerámica, aprender a modelar y hacer mis propias piezas. Experimentar con más tipos de dibujos y pigmentos. También sigo sintiendo mucha inquietud en el mundo textil y la impresión de estampados, es otra cosa que me encantaría trabajar y profundizar. Seguir creciendo con mi socia en mi estudio de diseño, hacer proyectos con amor y que nos inspiren.
Mi primera fuente de inspiración es: la naturaleza en sí; el jardín de mi casa, el bosque, los cerros, las flores que hay por Santiago, animales, mariposas, insectos, TODO.
Amor eterno por William Morris y sus patrones.
En la pintura Vincent Van Gogh y la noche estrellada es uno de mis cuadros favoritos, junto con Water Lilies la serie de cuadros de Monet.
En la ilustración: @laluisarivera, @isabellefeliu, @edithrewa, @annariflebond. La gran Adriana Hoffmann, bióloga y botánica chilena.
En la cerámica la maravillosa pintura de los chinos, @lindahsiao, el trabajo de @minkainhouse, con quien tomé un curso que me ayudó a empezar este proyecto.
Contacto:
Catalina Cumsille, Diseñadora gráfica e ilustradora.
Instagram: @catacumsille
Mail: [email protected]
Mi trabajo como diseñadora en: Estudio Fortuna