8 croquetas • 1 hora

– 6 papas chicas
– 1 rodaja de piña fresca, picada fina
– ½ cebolla morada chica, en pluma
– 1 diente de ajo, picado fino
– 1 zanahoria chica, picada fina
– 1 vara de apio, solo la parte verde, picada
– 1 cucharada de aceite de oliva
– 1 cucharadita de vinagre de arroz o blanco
– 1 cucharadita de aceite de sésamo
– 1 cucharadita de salsa de soya
– ½ cucharadita de curry en polvo
– ¼ cucharadita de jengibre en polvo
– ¼ cucharadita de comino en polvo
– 2 cucharadas de chuchoca o polenta (más un poco para empolvar)
– 1 puñado de cilantro fresco, picado
– semillas de sésamo

Echa a cocer las papas con cuero en agua hirviendo hasta que estén bien blandas, al pincharlas con un cuchillo. Un buen indicador es que tienen que caerse de vuelta a la olla cuando levantas el cuchillo.

Por mientras, en un sartén con un poco de aceite de oliva, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén dorados.

En un bowl grande, mezcla el sofrito, la zanahoria, la piña y el apio, con los ingredientes líquidos; aceite de oliva, de sésamo, salsa de soya y vinagre. Agrega el curry, comino, jengibre y un poco de sal. Mezcla bien y deja reposar.

Cuando las papas estén listas, estílalas y déjalas remojar en un bowl con agua y hielo, por 5 minutos. Bota el agua y sécalas. En el mismo bowl, machácalas con una cuchara de palo hasta hacerlas puré.

Echa el puré en el bowl con la enjundia en remoje, agrega la chuchoca y el cliantro, y mezcla  hasta que quede una masa pareja.

Ten un plato con un poco de chuchoca a mano. Divide con un cuchillo la mezcla en 8, marcando una línea, solo para que visualmente tomes la cantidad necesaria para que las hamburguesas queden del mismo tamaño. Mójate un poco las manos y arma la primera, pasándola por lado y lado sobre la chuchoca. Déjala sobre una tabla y repite con las demás 7.

En un sartén con un poco de aceite para freír, dora por lado y lado, en tandas para que sea más cómodo. Pásalas por papel absorbente al sacarlas del sartén.

Para servir espolvorea unas pocas semillas de sésamo y echa unas gotas de jugo de limón.

“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.

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