Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Cantando Victoria

Todo esto converge en “la invitación” a vivir en El Golf. Aquí hay sintonía entre tradición y modernidad, estilo y tecnología, artes y deportes, tierras e industrias, lo francés y lo inglés, en reposada armonía, en sofisticada precisión. Un barrio con arte y con clase, con estilo y solvencia; no se podía pedir más. Jamás había habido, y tal vez nunca lo habrá en Santiago, un barrio más refinado en diseño y nobles materiales, diseñado por arquitectos con formación clásica y hecho por artesanos de excepción, de los que ya han ido desapareciendo en el mundo industrializado de las masas anónimas.

–Miguel Laborde, historiador, académico y experto en urbanismo, reseñando los años dorados del sector en su libro “Barrio El Golf” (2008).

Por muchos motivos, es probable que el barrio Presidente Errázuriz sea el más elegante que se haya construido alguna vez en Santiago de Chile. Fundado hace ya 80 años por iniciativa de Elena Errázuriz Echeñique, sus señoriales mansiones y elegantes avenidas reflejan, por una parte, un periodo histórico del país –la transformación de la oligarquía latifundista en elite industrial-; algunos de los mejores trabajos arquitectónicos hechos en Chile durante la primera mitad del siglo XX; y un buen ejemplo de fusión entre inmuebles patrimoniales y modernos edificios de altura.

Delimitado entre las calles El Bosque Sur (oeste), Apoquindo (norte), Américo Vespucio (éste), Martín de Zamora (sur), el barrio Presidente Errázuriz forma parte de un sector más grande denominado El Golf, el cual se prolonga hacia el norte de la avenida Apoquindo. Se puede hablar, entonces, de un barrio El Golf Norte (hoy convertido en un importante centro de negocios rodeado de torres corporativas, lo que le ha valido el apodo de “Sanhattan”) y un barrio El Golf Sur (o barrio Presidente Errázuriz).

El barrio el Golf está ubicado en Las Condes, comuna del sector nororiente de Santiago de Chile, la cual -junto con Providencia y la comuna de Santiago- representa el eje comercial, financiero y turístico de la capital de Chile. Está habitada fundamentalmente por familias de nivel socioeconómico medio-alto y alto (1).

Además de su histórico status, el barrio Presidente Errázuriz posee variadas ventajas que lo transforman en un sector altamente cotizado para residir. En primer lugar, está cerca de centros comerciales (a nivel minorista, retail y tiendas exclusivas), bancos, dos colegios tradicionales (como el Villa María Academy y el Verbo Divino), áreas verdes (como el parque que bordea la avenida homónima) y ciclovías.

Mención aparte para la belleza urbanística y arquitectónica de su entorno, marcada por casas de diseño y antiguas mansiones de grandes dimensiones y lujosas terminaciones. A esto ha ayudado la calificación de “Zona Típica Comunal” que goza el sector tras una modificación efectuada en 1995 por el municipio al Plan Regulador Comunal, a fin de que la comuna mantenga “un espacio residencial complementario a Colón y Apoquindo, donde había edificios residenciales y de oficinas” (2). Esta medida ha permitido mantener un equilibrio entre construcciones de altura y calles interiores de baja densificación, situación que se aprecia especialmente desde el eje que marca Renato Sánchez hacia el sur.

Suma a lo anterior la amplia conectividad del sector, marcada por la presencia de avenida Apoquindo, la cual, a través de los buses del Transantiago, conecta de forma directa al oriente, centro y poniente de la capital. Situación similar sucede con Av. Américo Vespucio, que conecta al eje norte-sur. En Apoquindo, además, hay dos estaciones de Metro en línea 1: El Golf (a la altura de San Crescente) y Alcántara (por calle del mismo nombre).

Las mansiones campestres de los años 40’

El barrio Presidente Errázuriz nació en 1937 bajo el diseño original de Eduardo Llewellyn-Jones, orientado a ser un nuevo suburbio para la aristocracia tradicional. Aunque se enumeran diversas causas sobre su origen, hay consenso en que influyeron factores políticos y coyunturales: por aquél entonces surgía una emergente clase media, laica y radical, que terminaría ganando las elecciones presidenciales de 1938 de la mano del candidato Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular. Paralelamente, se levantaban hitos urbanos como el barrio Cívico y la inauguración, en 1936, de la Plaza de La Constitución; la clase elegante, aristocrática y latifundista que había dominado a la elite chilena de entonces “abandonó sus palacios de los barrios Dieciocho y Brasil, dejando el Santiago histórico a la clase media, e inició su retirada hacia el sector oriente de la capital”. (3)

En este contexto, el barrio El Golf nació de la subdivisión del Fundo San Pascual, perteneciente a Gertrudis Echeñique (viuda del presidente Federico Errázuriz Echaurren). Este territorio estaba ubicado al oriente del Canal San Carlos -el cual marcaba el límite urbano de Santiago hasta ese entonces- y se prolongaba, en términos actuales, hasta la Av Manquehue, y desde la Av Apoquindo, hasta la Av. Francisco Bilbao (4). Su fundadora, en tanto, fue Elena Errázuriz Echeñique, hija de doña Gertrudis, quien llegó empujada por la expropiación de su casa que enfrentaba a La Moneda desde el sur (donde se construyó el eje Bulnes).

A Elena Errázuriz le siguió Gustavo Ross que, paradojalmente, fue quien hizo realidad el Barrio Cívico desde su cargo de Ministro de Hacienda: dejó su palacio de la Alameda para irse a vivir, entre áreas verdes y jardines, a Apoquindo con Gertrudis Echeñique. (5)

El patrocinio del loteo del Fundo San Pascual por parte de Elena Errázuriz Echeñique (al norte de Apoquindo estaba el Fundo “El Rosario”) da inicio a la urbanización no sólo de Providencia, sino también de la vecina Las Condes, en un proceso que tomó forma y densificación a partir de la década de 1940. Según reseña el sitio web de la Municipalidad de Las Condes, muchos de estos nuevos centros urbanos se concentraron alrededor de los clubes deportivos como Club de Golf, Stade Français, Estadio Español y Estadio Palestino, “que con sus parques públicos y privados, generaron una red de pulmones verdes en la comuna. Los estadios de colonia y sus vecindarios atrajeron a varios colegios particulares de congregaciones extranjeras, como el Verbo Divino y el Villa María Academy, en la década de 1950. Esto permitió que los sectores a su alrededor se expandieran”. (6)

Tras la muerte de su madre en París en 1928, Elena Errázuriz concentraría una gran fortuna y poder, la que se acrecentó luego de su matrimonio junto a Renato Sánchez (quien fuera Canciller del presidente Ramón Barros Luco), hijo de Mariano Sánchez Fontencilla y Tránsito García de la Huerta Pérez. Como señala el historiador y académico Miguel Laborde en su libro “Barrio El Golf”: “Todo el ascendiente del matrimonio les daba auténtico status de ‘señores de la tierra’ (…) Es curioso que a pesar de los aires de tiempos modernos, El Golf desde su origen se configura a través de lazos familiares” (7). Lazos que, por cierto, darían origen a la mayoría de los nombres de las principales calles del sector.

Respecto a los principales arquitectos y urbanizadores del barrio, desde el Golf Norte se reconoce el nombre de Tomás Reyes Vicuña (formado en la Universidad Católica, quien se titula el año 1935 con el proyecto “Urbanización El Golf”) y su socio Pedro Mira Fernández, con quién sería autor más tarde de dos edificios emblemáticos del barrio: la Municipalidad de Las Condes, y, a su lado, el Cine El Golf. En El Golf Sur, en tanto, fueron los hermanos Alberto y Carlos Cruz Eyzaguiire, destacados arquitectos, quiénes estuvieron tras la construcción de numerosas mansiones para la familia de “Misiá Elena” y los nuevos vecinos (8).

Miguel Laborde, en su libro “Barrio El Golf”, entrega algunas de los ejes del diseño urbano que se planificó para el barrio:

Mira Fernández (impulsor del primer Plan Regulador) proyectó un futuro para el sector, definido dentro de los modelos de “ciudad jardín”, con predominancia de parques, arborizaciones e incluso cercos disimulados por enredaderas y arbustos para contribuir a un barrio completo que, visualmente, debía ser “un gran parque”. También fue relevante, en la misma dirección, que se prohibiera la instalación de industrias a partir del año 1945, considerando el fuerte impacto ambiental que provocaban las faenas en esos tiempos. Otro acierto fue el de promover comercio en las esquinas, en casas que debían tener una residencia en los altos, así como la autorización de abrir locales en los primeros pisos de los edificios de altura, con lo cual se mejoró, ordenadamente, el equipamiento del barrio (9).

Cabe destacar que, al igual como sucede en otras antiguas calles de la capital como Cristóbal Colón, Pedro de Valdivia, Ricardo Lyon o Macul, en el Barrio Presidente Errázuriz también se sembraron arboledas de plátanos orientales, por su propiedad de soportar y purificar el aire de las ciudades, aportar patrimonio de sombras y descanso a varias calles de El Golf Sur.

Sobre el cambio socio cultural histórico que encarnó la construcción del Barrio El Golf, Laborde entrega una interesante reflexión en su libro:
En una sociedad todavía no industrializada, la hacienda era todavía la base del poder, el marco del actuar social, el bien que pasaba de generación en generación para evitar la decadencia y mantener el lustre del apellido. Así había sido desde el Siglo XVI. Justamente, los años de creación del Barrio El Golf coinciden con el fin de la base agrícola como moneda indispensable en el panorama social. Urgen ahora nuevos mecanismos de poder, industriales y profesionales, los que amenazan más que nunca ese orden secular y tradicional, obligándolo a renovarse o morir (10).

Laborde también destaca algunas historias socialité de le época vinculadas al barrio, las que, cuáles guiones cinematográficos, involucraron a destacadas personalidades del mundo de la política y literatura.

No puede obviarse el factor glamour en el éxito de estas urbanizaciones. En esos años, un sobrino del matrimonio Sánchez, Eulogio Sánchez –hijo de Emilio Sánchez Santa María y de Eulogia Errázuriz Echaurren- alto y atlético, temerario pionero de la aviación, se pasea por Santiago con el brillo de sus herencias. La joven escritora Maria Luisa Bombal, quién tiene una relación con él, no se recupera nunca de su abandono y terminará con intentos de suicidio e incluso de asesinato, disparándole tres balazos a las puertas del Hotel Crillón. Se salva de la cárcel sólo porque él la exime de culpa y la defiende.  

Este Sánchez Errázuriz, líder natural, es el que funda las Milicias Republicanas, verdaderas fuerzas de choque paramilitares y anticomunistas que llegan a tener 50.000 miembros dispuestos a dar la vida –luego de defenderlas con sus armas alemanas- para preservar el orden establecido, el de siempre, el orden de las familias. Todo Santiago sabe quiénes son los Sánchez Errázuriz, todos hablan de ellos, e irse a vivir al barrio que están inventando será, por supuesto, un salto en eso que los siúticos de entonces llamaban el lifestyle, el estilo de vida. (11)

El barrio se fue consolidando conforme pasaban los años, lo que iba de la mano con la sofisticación de las obras urbanas. Un ejemplo es el Parque Presidente Errázuriz, que fue refaccionado a comienzos de la década del 60’, según cita “Barrio El Golf”.

Mucho del barrio viene de los esfuerzos para presentar una buena imagen a la prensa extranjera que llega al Mundial del Fútbol, y es un emprendedor alcalde, Jorge Clark Donoso, el que enfrenta el arreglo y hermoseamiento de la Avenida Américo Vespucio en este tramo central, o la puesta en valor de la Avenida Presidente Errázuriz, cuyos jardines celebra Zigzag en junio de 1961 por su extraordinaria belleza, con el “fondo inmenso de los Andes”, ya que así venía a ser “la obra más hermosa e importante que se había realizado desde el tiempo en que Mr. Dubois proyectó el Parque Forestal”. (12)

Frente a él, la construcción de instituciones como el Colegio Verbo Divino tampoco estuvo exenta de aires de modernidad: en 1961, tras un publicitado concurso de arquitectura en el que participan 24 oficinas, gana el team integrado por cuatro protagonistas del Movimiento Moderno en Chile: Sergio Larraín García Moreno, Emilio Duhart, Alberto Piwonka y Mario Pérez de Arce Lavín. Se construyó entre 1962 y 1963, mientras frente al colegio, a lo largo de toda la Avenida presidente Errázuriz, crecían los árboles y demás plantaciones que fueron plantados en 1960. (13)

En definitiva, hacia finales de los años 1950, el Golf se transformaba en un barrio elegante, con un diseño urbano ordenado y planificado. Sin embargo, la modernidad y los cambios del plan regulador comenzarían a modificar el aspecto tradicional del barrio, sobre todo desde su lado norte. Allí, a partir de los años 80’, las grandes casas unifamiliares fueron cediendo su espacio a edificios residenciales y corporativos de alto nivel, o a sectores diplomáticos. Por otro lado, buena parte de las casas más pequeñas se reconvirtieron en oficinas, restaurantes, sastrerías, salones de belleza, consultas médicas y otros establecimientos comerciales.

“Muchas de sus hermosas mansiones construidas a mediados del siglo XX, son demolidas 50 años más tarde, en excelente estado de conservación. Consideradas las mejores construcciones habitacionales realizadas en la historia de la capital, superiores a sus antecesoras y a las que les han sucedido (…) Es el principio del fin de un paisaje urbano idílico y de un patrimonio arquitectónico de valor incalculable, arrasado por altas y modernas torres que proliferan con increíble rapidez en uno de los centros de negocios más importantes de América Latina” (14).

La convivencia entre patrimonio protegido y arquitectura moderna

Aunque, en rigor, es un portal al Barrio Golf Norte, no se puede empezar un recorrido por Barrio Presidente Errázuriz sin mencionar el actual Centro Cívico Teatro Municipal de Las Condes, ubicado en Apoquindo 3300 (vecino al edificio municipal). Obra de la oficina de arquitectos San Martín y Pascal, este centro de eventos mantiene de forma permanente una cartelera con espectáculos de primer nivel, apoyado en tecnología y equipamiento de punta. El edificio también alberga a los juzgados de policía local, un centro gastronómico y un estacionamiento subterráneo.

Al ingresar por Gertrudis Echeñique, una de las primeras inmuebles patrimoniales en resaltar es la imponente mansión neoclásica de Elena Errázuriz de Sánchez, actual Casa de la Embajada Británica. Es en esta zona, en la esquina con Napoleón, donde se genera una situación poco habitual en Santiago: el cruce entre altos y modernos edificios con fachadas de vidrio y jardines verticales, e inmuebles patrimoniales de fina construcción en buen estado de conservación.

Siguiendo hacia el sur, en el cruce con Renato Sánchez, destaca una serie de antiguos departamentos bajos de estilo francés que ocupan las cuatro esquinas, diseñados por Alberto Cruz Eyzaguirre. Calificado como “el último bastión del Golf viejo”, en sus primeros pisos aún se mantienen locales de antaño como una panadería, el almacén, el lavaseco, junto a los restaurantes Darjeeling (hindú) y Bonifacio. “Pocos metros más al sur, vereda poniente, permanece un característico conjunto, con patio duro central amplio, al que miran varios departamentos. Destaca el señorial acceso en ese conjunto, obra de Humberto Kolbach”, reseña el libro “Barrio El Golf”. (15)

Además de Embajada Británica, el barrio aún conserva algunas de sus mansiones más destacadas, como la casa estilo georgian ubicada en San Crescente 773. El arquitecto Samuel Eyzaguirre construyó varias casonas de estilo inglés hacia fines de los años 40’, entre ellas, la mansión de Guillermo Carey (16). Mención especial para la “Casa –Mansión de Asturias N° 400”, construida en 1954 por los arquitectos Alberto Cruz Eyzaguirre y Luis Vidal Vidal. De estilo Georgian Colonial Revival, su superficie abarca 5030 m², de los cuales 882 m² son construidos.

Siguiendo el recorrido, se puede acceder al Parque Presidente Errázuriz, el cual cubre toda la avenida entre las calles Américo Vespucio (desde el oriente) y San Crescente (hacia el poniente). Sin dudas, el corazón y centro del barrio, y un lugar ideal para que los vecinos puedan trotar (también se conecta al parque Américo Vespucio), tomar fotografías, leer un libro, hacer pic nic, jugar con sus niños, pasear a las mascotas, y en definitiva, abstraerse de la rutina y el ajetreo citadino. También están las estaciones 012 y 013 de Bici las Condes.

Esta extensa área verde cuenta además con mobiliario urbano para hacer deporte y juegos infantiles. Tanto en invierno como en verano se suelen ver personal trainers con grupos de todas las edades haciendo ejercicios de cross-fit, bootcamp o circuit training.

También en Av. Presidente Errázuriz, en esquina con Polonia, se encuentra otro de los inmuebles más antiguos del barrio y uno de los centros de la vida social: La Parroquia Santa Elena, fundada hace 70 años en honor de Misiá Elena, quién legó los terrenos para su edificación.

El matrimonio conformado por Rafael Salas y Cristina Meza ha pasado prácticamente toda su vida en el barrio. Ambos vivieron su infancia en el lugar, pololearon allí en su juventud, y tras un periodo residiendo en Vitacura, optaron por regresar. Hoy residen en una casa ubicada por calle Galicia, que antes había pertenecido a un tío y luego a la madre de Rafael.

“Esto se remonta a unos 50 años atrás. Yo llegué como a los ocho años aquí, estudiaba en el Verbo Divino”, cuenta Rafael Salas, hoy de 64. “Pero egresé del Marshall”, tercia entre risas.

“Es un barrio tranquilo. Cuando yo estaba chico éramos todos amigos, todas las familias se conocían. Era un barrio bien unido. Ahora no, como que llega gente joven pa acá y todo es más lejano. Pero en esa época, éramos amigos con los del frente, mis papás eran amigos, yo con los hijos, con los Armstrong, que vivían acá, Los Torres, eran familias numerosas. Salíamos todos a jugar en el barrio”, recuerda Rafael.

Un hito entre sus rememoranzas es la celebración del Mundial del 62’ en Chile. “Mi papá era piloto de Lan y acá nadie tenía televisión, y él se trajo una de Estados Unidos. Entonces para el mundial del 62 instaló una televisión en esta misma sala, arregló el lugar y convidó a la gente del barrio a ver los partidos. Había un solo canal en ese entonces, Canal 9, creo”.

Cristina Meza se une a la conversación. “Es un barrio familiar, que tiene como tradición. A veces pasa que los viejos se fueron a departamentos y llegaron los jóvenes. Como está cerca de dos colegios tradicionales que no se van a cambiar de lugar, eso hace que sea súper interesante esto. Hay como un reciclaje ahora de las casas, tienen un valor alto por todo esto. Las casas antiguas las arreglan, se remodelan, y llega gente más joven a vivir”, explica.

Detrás de parque, hacia el lado sur poniente, accediendo por calle San Gabriel, se puede encontrar un clásico del barrio: La dulcería La Violeta, ubicada en León 3492. Con más de 50 años funcionando en el sector, esta dulcería se ha ganado el status de clásico por sus pasteles chilenos hechos “a la vieja escuela”: copos de huevo mol (azucarados y con bizcocho blando), alfajores con manjar blanco, merengones para rellenar, pasteles de castaña y de lúcuma, dulces de camote, bolitas de manjar (el de campo) o tortas de hojarasca, conforman su deliciosa oferta.

Otros ícono del barrio es el Jardín Infantil Pipo, “donde tradicionalmente pasan los niños que después siguen en el Villa María, es como el semillero”, afirma Cristina Meza. “Hay gente que vive en La Dehesa, y que quiere a los niños en estos colegios, y se pega el pique especial y ponen a los niños en el Jardín Pipo porque es como el salto pa’ después. Es bien loco eso”, cuenta. “Hay una cafetería nueva que se llama Amélie que es bien bonita y está en estas casas antiguas, esa es la gracia que tiene. La peluquería tradicional es la del Pato Araya, el que peina a todos los artistas en la tele. Por fuera la miras y es como lo más exótico que hay, es como muy loca”.

Los vecinos del barrio reconocen que, por fortuna para ellos, la tendencia entre los residentes del barrio ha sido más hacia restaurar casas que a demolerlas. Por otro lado, la conservación de parte del patrimonio del el barrio, sus ventajas y el status que sigue manteniendo, le ha otorgado un nuevo aire durante los últimos años: destacadas personalidades del mundo político, empresarial y académico esperan incluso por años la posibilidad de adquirir un terreno o propiedad. Un análisis que comparte la sra. Cristina Meza. “Me he fijado que aquí hay mucho diseñador, y además hay mucho político que vive acá. Por ejemplo, vivía el ex ministro Etchegaray (Alberto), los Chadwick, Eduardo Frei Ruiz Tagle vivía aquí al lado en Baztán, Velasco (Andrés) también vive por aquí”, señala.

Rafael salas declara abiertamente su predilección por el barrio. “Si tú me preguntas, yo no me cambiaría de acá; a lo mejor tendría que hacerlo por necesidad, pero no me cambiaría porque sí, no me iría jamás a La Dehesa, ponte tú. Además que acá estamos cerca del metro, de Providencia, donde mucha juventud se está yendo. A Nuñoa también”, reflexiona. “La gente que le gusta aquí no es la que se va a los suburbios, es gente que quiere estar inserta en la cosa cultural, cercana a Providencia, a la vida cultural”, complementa Cristina Meza.

DATOS

Educación
– Colegio del Verbo Divino: Pdte. Errázuriz 4055.
– Villa María Acádemy: Pdte. Errazuriz 3753.
– Trewhela’s School: Las Camelias 2854.
– Instituto Presidente Errázuriz: Alcántara #445.
– Universidad Adolfo Ibáñez: Pdte Errázuriz 3485.

Jardín infantil
– Pipo: Pdte. Errazuriz 3737.
– Vitamina: Callao 3299.

Áreas verdes y lugares públicos
– Parroquia Santa Elena: Av. Presidente Errázuriz, esquina Polonia.
– Parque Presidente Errázuriz: Bordeando Av. Presidente Errázuriz, entre San Crescente (poniente) y Américo Vespucio (oriente).
– Plaza Gertrudis Echeñique: Entre Gertrudis Echeñique y Renato Sánchez.

 

Picadas y típicos del barrio
– Pastelería La Violeta: León 3492.
– Tip y Tap: San Crescente 20.
– Restaurante Darjeeling (hindú): Renato Sánchez 3665.
– Restaurante Bonifacio: Renato Sanchez 3728.
– Casa Amélie (preparaciones caseras y trato familiar): Renato Sánchez 3801.
– Peluquería Pato Araya: Napoleón 3466.
– Feria de las pulgas: En Plaza Perú, Isidora Goyenechea 3051. Domingos, 10.30 a 18.00 horas.
– Ambassador (platos preparados, coctel y banquetes): Tobalaba 975.

Restaurantes
– Le Due Torri (italiana): Isidora Goyenechea 2908.
– La Cascade (francesa): Isidora Goyenechea 2930.
– Isla negra (chilena): El Bosque Norte 325.
– Pinpilinpausha (vasca): Isidora Goyenechea 2900.
– Miguel Torres (vinos y tapas): Isidora Goyenechea 2874.
– El Danubio Azul (china): Reyes Lavalle 3240.
– Nolita (Italo- estadounidense): Isidora Goyenechea 3456.
– Ruby Tuesday: Isidora Goyenechea 2960.
– Happening (argentino): Apoquindo 3090.
– Fortunata (pastas y helados): Tobalaba 1015.
– Domenica: Tobalaba 405.
– Pizza Pizza: El Bosque Sur 171.
– La Cocina de Napoleón: Augusto Leguía Sur 75.

Cafeterías, heladerías y otros
– Cafetería Tavelli: Apoquindo 3939.
– Chocolatería Caramel: Renato Sánchez 4054
– Brothaus (panadería, pastelería, coctelería): Renato Sanchez 4082.

Salud
– Clínica Oftalmológica 2020: Asturias 335.
– Centro Odontológico Padre Mariano: Alcántara 295.
– Centro Médico (Medovic y Cia): Hipólito Irigoyen 895.
– Centro Médico Vida Integra: Apoquindo 3281.

Deportes, yoga y otros
– Stade Francais o Francés: Av. Mariano Sanchez Fontecilla 498 / San Crescente 335.
– Dédalo Armonía y Bienestar (centro de yoga): Presidente Errázuriz 4178.
– Yogashala: Sánchez Fontecilla 792.
– Sportlife El Bosque Sur: Mariano Sánchez Fontecilla 310.

Bici las Condes
– Estaciones desde 008 (Apoquindo/Hans C. Andersen) a 016 (Hendaya/Apoquindo).

Ciclovías
– En calles Renato Sánchez (que conecta con Parque Américo Vespucio); Callao (hasta El Bosque); en Parque Tobalaba.

Comercio
– Almacén Mundo Fresco: Vespucio 767 (con Portofino).
– Unimarc: Apoquindo 4335.
– Líder Las Camelias: Tobalaba 535.

Varios
– Teatro Municipal de Las Condes: Apoquindo 3300.
– Maison de France (salón para eventos): San Crescente 451.
– Peluquería Divino Tesoro: Martín de Zamora 3532,
– Sociedad Japonesa de Beneficencia: Alcantara 772.
– 14 Compañía de Bomberos: Tobalaba 455.
– Casa de la Embajada Británica: Gertrudis Echeñique 96.

Embajadas
– Embajada de Australia: Gertrudis Echenique 420.
– Embajada de la India: Alcántara 971.
– Embajada de Irak: Enrique Foster Sur 369.
– Embajada de Noruega:

Pubs y bares
– Moloko (bar, pub): Tobalaba 881.

NOTAS

(1) Según https://es.wikipedia.org/wiki/Las_Condes
(2) Según señaló el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, al Diario la Tercera el 6 de agosto de 2011, en artículo “El Golf Sur: el barrio que mezcla poder con estatus”. https://diario.latercera.com/2011/08/06/01/contenido/santiago/32-79189-9-el-golf-sur–el-barrio-que-mezcla-poder-con-estatus.shtml
(3)- Según consigna el artículo “Libro Barrio El Golf”, publicado en nuestro .cl en julio de 2008
www.nuestro.cl/notas/rescate/libro_elgolf1.htm
(4)- Según señala el libro “Barrio El Golf”, escrito por el historiador y académico Miguel Laborde, y editado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile en 2008.
(5)- Según consigna el artículo “Libro Barrio El Golf”, publicado en nuestro .cl en julio de 2008:
www.nuestro.cl/notas/rescate/libro_elgolf1.htm
(6)- Según reseña en www.lascondes.cl/informacion_comunal/historia.html
(7)- Laborde. Miguel: Barrio el Golf, pag. 23. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(8)- Laborde, Miguel: Barrio el Golf, págs. 35 y 46. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(9)- Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pág. 47. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(10)-Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pág. 23. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(11)-Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pág. 24. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(12)-Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pág. 48. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(13)-Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pág. 150. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(14)-Según consigna el artículo “Libro Barrio El Golf”, publicado en nuestro .cl en julio de 2008:
www.nuestro.cl/notas/rescate/libro_elgolf1.htm
(15)-Laborde Miguel: Barrio el Golf, pag. 237. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.
(16)-Laborde, Miguel: Barrio el Golf, pag. 135. Corporación Patrimonio Cultural de Chile, 2008.