Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Cantando Victoria

Sin lugar a dudas, el barrio Parque Forestal es uno de los sectores más emblemáticos de Santiago de Chile: por sus características urbanas, ubicación y arquitectura, durante décadas se le ha identificado como su barrio cosmopolita y cultural. Generaciones de artistas, políticos e intelectuales han habitado sus edificaciones de corte “europeo” o paseado por los circuitos del parque, en cuyo punto central está el Museo Nacional de Bellas Artes y una sede del Museo de Arte Contemporáneo (MAC).

Aunque el barrio Parque Forestal colinda y se relaciona con otros sectores patrimoniales como los barrios Mapocho, Lastarria o Bellavista, se podrían establecer las siguientes referencias como sus límites: calle Pío Nono, al oriente; la Estación Mapocho, al poniente; la Avenida Santa María al norte; y el tramo Merced- Ismael Valdés Vergara como límite sur.

La arquitectura francesa del Centenerio

El origen del barrio está relacionado de forma directa con la creación del Parque Forestal, el cual, a su vez, nace de la canalización del Río Mapocho hacia el año 1891. En 1900, la intendencia, a cargo de Enrique Cousiño, encarga al paisajista Jorge Dubois y al ingeniero Guillermo Renner el diseño y supervisión de las obras del parque, las cuales finalizan en 1920.

De forma paralela, se realizaron una serie de obras urbanas de gran magnitud con motivo del Centenario de la República, las cuales se basaron en modelos de arquitectura francesa y modos de vida europeo de la época. Es el caso del actual Museo Nacional de Bellas Artes, ubicado al interior del Parque Forestal entre la avenida José Miguel de la Barra e Ismael Valdés Vergara. Si bien existía como institución desde 1888, su construcción definitiva se inicia en 1901, con el agregado de que además albergara la Escuela de Bellas Artes. El edificio, obra del arquitecto  Emilio Jécquier, tiene un estilo neoclásico e incorpora elementos propios del Art Nouveau; uno de sus atractivos es su cúpula vidriada, que permite una gran entrada de luz hacia el hall central de doble altura del museo. A partir de 1974, el inmueble es también sede del MAC.

Con estas magnas obras, el sector poco a poco se fue rodeando de un diseño  urbano elegante y de edificios residenciales. Un sello que mantiene hasta hoy, especialmente desde fines de los 90’s cuando, junto al barrio Lastarria, comienza a experimentar un auge en su valor inmobiliario, turístico y cultural.

Un circuito eterno para parejas, escritores y estudiantes

El Parque Forestal posee 171.910 metros cuadrados, alineados entre el río Mapocho (norte) y calles Vicuña Mackenna (este), Merced- Ismael Valdés Vergara (sur) y el puente Recoleta (oeste). Pertenece al sistema de parques integrados de la ribera sur del río Mapocho, siguiendo hacia el este el Parque Balmaceda y hacia al oeste el Parque de Los Reyes.

Un recorrido por el parque permite apreciar el cuidado trabajo paisajístico de Dubois, que actualmente incluye 6500 especies arbóreas; algunas foráneas, como los antiguos plátanos orientales, ceibos, magnolios, acacias, paulonias, etc, y otras autóctonas, entre ellas  peumos, palmeras, araucarias, quillayes, pimientos y jacarandáes. El recinto cuenta con un sector de juegos para niños, y varias esculturas dispuestas desde su inicio hasta el final, como la Fuente Alemana (donada por la embajada de ese país para el Centenario), los monumentos a Los Escritores de la Independencia, al Dios Pan (en homenaje al poeta nicaragüense Rubén Darío), los bustos a Cristóbal Colón y Bartolomé Mitre, y un caballo de Fernando Botero, donado por el artista en 1992.

La belleza de estos circuitos, han hecho de este pulmón verde capitalino el paseo  preferido por generaciones y generaciones de parejas y artistas. Junto a ellos, suele ser parte del paisaje habitual -sobre todo los fines de semana- la presencia de espectáculos callejeros, recitales de música, malabaristas, ferias de las pulgas y eventos ciudadanos.

Hacia el centro del parque, entre calles Purísima y José Miguel de la Barra, es notoria la presencia de un bajo relieve en el suelo: es lo que queda de la antigua laguna que alguna vez ocupó ese lugar entre el año 1902 y 1944, cuando fue desecada. De hecho, el  famoso  “Castillito” emplazado en la esquina de las avenidas Cardenal José María Caro y José Miguel de la Barra, fue en su época el edificio de oficinas de administración del parque y embarcadero para la laguna. En 2011, los arquitectos Mathias Klotz y Lillian Allen, tras ganar la concesión municipal, se encargaron de su renovación, y actualmente es la sede del restaurante “Castillo Forestal”.

El Parque Forestal tuvo su última gran remodelación entre los años 2011 y 2012, la que incorporó una nueva hectárea de césped, más de un kilómetro de ciclovía en el borderío y un plan de recuperación del entorno de los museos Bellas Artes y MAC, entre otras obras. .

“Un oasis dentro de Santiago centro”

Además de su arquitectura y áreas verdes (que también incluyen el circuito de paseos por el cerro Santa Lucía), el barrio también destaca por su inconfundible impronta cultural: salas de teatro (fundamentalmente en el Centro Cultural Gabriela Mistral e Ictus), de cine (El Biógrafo, un clásico), librerías (Metales Pesados, Libros Prólogo y un largo etc.) más expresiones de arte callejero son parte de su oferta habitual.

Asimismo, a lo largo y ancho del cuadrante destacan algunos polos de servicios turísticos: los cafés y heladerías de calles José Miguel de la Barra y Mosqueto; bar, boutiques y librerías en Merced; y el nuevo polo de cafeterías literarias ubicadas entre Santo Domingo y Miraflores. También destacan tiendas y locales con un sello particular, como el Bar The Clinic (por Monjitas llegando a Miraflores), la Tienda Cáñamo o Óptica Bahía, especializada en la venta y restauración de modelos clásicos de lentes.

“Como trabajadora puedo decir que se ve mucho extranjero. Público chileno tenemos de todos los estratos sociales, gente que vive acá en el barrio, como gente que nos visitan de otras comunas.  Pero generalmente el público que más atendemos es la familia y gente joven”, cuenta Viviana Ulloa, garzona desde hace cinco años del Emporio de la Rosa ubicado entre Merced y Monjitas.

“Este es un barrio chiquitito, pero que tiene de todo. Como es bien turístico se preocupan quizás  un poco más de lo que es el aseo y el ornato. En general siempre es muy agradable de visitar”, afirma la joven, junto con destacar la sensación de tranquilidad y seguridad tras regresar a su casa en la noche. “Ha logrado conservar esa seguridad y esa como vida tranquila de barrio, no se ha contaminado, a pesar de que está muy cerca del barrio Bellavista o el resto del centro, donde en la noche cambia bastante el público. En el fondo, es como un oasis dentro de Santiago centro”.

Similar opinión tiene Claudia Valladares, quien desde hace trece años reside en calle Merced, periodo en que ha habitado tres departamentos, siempre entre Lastarria y José Miguel de la Barra. Periodista y madre de una hija de ocho años, cuenta que la única vez que se mudó a otro sector fue por un periodo muy breve. Hoy se declara hincha del barrio Parque Forestal, y asegura que no lo cambia por nada. “El 2005 me fui a vivir con una amiga en Providencia, alcancé a vivir ahí dos meses y me volví. No resultó mucho  el tema, pero además no aguanté vivir en otro barrio. Los fines de semana empezaba a caminar y terminaba por acá. Me sentía arraigada a este lugar, porque aquí vivía y trabajaba, en calle Villavicencio”, recuerda.

“Me gusta, uno, porque no es un barrio silencioso, siento que es un barrio vivo. Entonces, yo que no me movilizo en auto, salgo a la calle y veo que hay movimiento. Salgo y tengo el teatro al frente, un cine a la vuelta, el GAM a la otra vuelta, entonces, a mí que me gustan mucho las actividades culturales, siento que las tengo todas a mano. Si yo viviera en un barrio más lejos, y llegara del trabajo, sería un esfuerzo salir a algo. En cambio acá no hago ningún esfuerzo, llego a mi casa, me cambio de ropa y parto”, detalla la joven profesional. “Incluso si no tuvieras dinero para hacer algo, tú sales y en la esquina te encuentras alguien que está tocando tango, por ejemplo. Después, en la otra esquina hay chicas bailando árabe”.

Claudia asegura que aplica la misma dinámica para la rutina diaria entre su trabajo por calle Teatinos (cerca del Palacio de Moneda) y el Colegio Pedro de Valdivia de Barrio Brasil, donde estudia su hija. “En metro son dos estaciones y después me voy caminando a mi trabajo, lo mismo en la tarde al regresar. Entonces, no tengo que trasladarme mucho”. Para las compras domésticas, tiene su casera amiga en la Vega Chica (frente al Mercado).

Sobre el tipo de vecinos, éstos se perfilarían mayoritariamente entre adultos mayores y jóvenes. “Me ha pasado también que hartos amigos que vivían acá de repente tienen hijos y se van del barrio, porque en el fondo pa tener familias prefieren vivir en casas o vivir en barrios más residenciales. No veo que sea un barrio tan de niños, aunque para mí sí lo es, porque el hecho de tener el Santa Lucía o el parque al lado ya son pulmones que te permiten tener vida con niños”, concluye.

ACCESO Y CONECTIVIDAD
Desde el Metro: estación Bellas Artes, en Línea 5; estación Baquedano, donde confluyen las líneas 1 y 5; o estación Puente Cal y Canto, en línea 2.

DATOS

Salud
– Hospital Urgencia Asistencia Pública (HUAP o Posta Central): Portugal 125
– Hospital Clínico UC: Marcoleta 367
– Clínica UC: Lira 40
– Centro Médico UC: Lira 85
– Clínica Santa María: Santa María 0500

Comercio y abarrotes
– Mercado Central de Santiago: entre calles General Mackenna y Puente (al frente está también La Vega Chica).
– Supermercado Líder Express: Merced 560.
– Supermercado Unimarc: Portugal 56

Comercio, variedades
– Tienda Cáñamo: José Miguel de la Barra 454
– Boutique Olympus: José Miguel de la Barra 472
– Librería Metales Pesados: José Miguel de la Barra 460
– Retrovisión Store (gafas vintage): Mosqueto 590
– Óptica Bahía (mantención y restauración de lentes vintage), Merced 374
– Librería Libros Prólogo: Merced 371.
– Tienda Nacional (discos, libros, afiches y arte chileno en general): Merced 369
– Todo para el enfermo: Merced 361
– Bombón Oriental, delicias turcas: Merced 355
– Cid campeador, compra y venta de libros: Merced 347
– Patio Interior en Merced 346: Colectivo de tiendas design, entre ellas Espacio Joya, Galería de arte Buga,
– Restaurante Zabo (suchi), Mueblería “Las 7 vidas del mueble”, Café Colmado y Boutique Hall Central.
– Kamira (ropa femenina): Merced  336
– Kind of blue, música, cine y literatura contemporánea: Merced 323
– Viejo Imperio (artículos y boutique hindú): Merced 328
– Peluquería De Cabeza: Santo Domingo 409

Cultura y espectáculos
– Teatro Ictus y Galería Plop, ilustración, comic y gráfica: Merced 249
– Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM): Alameda 227

Gastronomía, cafés y pubs
– Mamboleta, cocktail bar: Merced 337
– El Diablito: Merced 336
– Restaurante Les assassins (comida francesa): Merced 297 B
– Verace pizza y gelatería: José Miguel de la Barra 486.
– Café de las Artes: En la esquina de J. Miguel  de la Barra con Monjitas,
– Ópera Catedral (discotheque, pub y cafetería Café Catedral):  Esquina José Miguel de la Barra con Merced.
– Café Ibistro (kuchenes, tortas, platos, sanduicherias): José Miguel de la Barra 455
– Petit Bernard (comida francesa): Merced 455
– Bar TheClinic: Monjitas 578
– Hao Hwa, comida china: Monjitas 386
– Txoko (bar y comida española): Mosqueto 485
– Cafetería Mosqueto: Mosqueto 440
– Cafetería Melinka: Mosqueto 418
– Don Rodrigo (bar y restobar): Victoria Subercaseaux.
– Discotheque El Tunel, Santo Domingo 439
– Nave Tierra (restaurante de estética rastafarri): Santo Domingo 547
– Café Leer  Té: Esquina de Miraflores con santo Domingo.
– Café Cocteau: Miraflores 622
– Restaurante Castillo Forestal: en Parque Forestal, frente al Museo de Bellas Artes