Flotar siempre sobre la misma piscina… qué aburrido. Salsa de tomates al cajón y un caluroso aplauso para esta nueva salsa con sex appeal otoñal.

3-4 personas • 45 minutos

– ½ trozo de zapallo, de los que venden en el supermercado
– 1 zanahoria
– 1 cebolla chica
– 1 taza de leche
– ½ taza de vino blanco
– harina
– queso parmesano
– 1 bandeja de carne molida
– 1 cucharada de mostaza dijon

Prende el horno y déjalo calentar a temperatura alta.

Pela el zapallo y la zanahoria y córtalos en cubos. Corta la cebolla por la mitad, y pica una de ellas en pedazos irregulares. En una olla mediana, dora todo con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta. Dora revolviendo de vez en cuando hasta que los cubos se empiecen a ver algo quemaditos. Luego cubre con agua hirviendo, tapa la olla y deja cocer a fuego suave hasta que el zapallo esté blando y se deshaga al apretarlo con la cuchara de palo.

Mientras, avanza con las bolas. Pica bien fina la otra mitad de la cebolla. Echa la carne en un bowl junto con la cebolla picada. Con las manos bien lavadas, amasa bien la carne. Si te da escalofríos hazlo con una cuchara de palo no más. Agrega sal, pimienta, y la mostaza. Sigue amasando hasta que quede una mezcla pareja. Revisa la olla con el cocimiento, si encuentras que esta muy seca, echa un poco más de agua hirviendo.

Haz un cilindro con la carne y ponlo sobre una tabla, con un cuchillo córtalo por la mitad a lo largo y luego cada una en 5 partes, tratando que los cortes queden más o menos del mismo tamaño. Pon a mano un bowl chico con un poco harina, toma un pedazo de carne, haz una bola con las manos, pásala por la harina y déjala de vuelta en la tabla. Repite con las demás.

Cuando el zapallo y zanahoria estén cocidos, apaga el fuego y deja reposar con la olla tapada. En un sartén con un poco de aceite caliente, dora por todos lados las albóndigas, sin sobre cocerlas… es solo una sellada. Hazlo en tandas, no todas juntas para que no sea tan difícil manipularlas, y una vez selladas devuélvelas a la tabla.

Pasa la mezcla de zapallo y zanahoria por la juguera o mini-pimer, o machácala bien dentro de la misma olla hasta hacerla puré. Ralla el parmesano, no todo, que te quede un poco más de un puñado sobre la tabla. De vuelta el puré en la olla prende el fuego, agrega la leche y el vino blanco y mezcla bien. Cuando esté a punto de hervir, echa 1 cucharadita de harina y 1 puñado de parmesano rallado, y revuelve con energía por un par de minutos, para que se disuelva todo y la mezcla quede suave y pareja. Apaga el fuego.

En una fuente para horno de unos 30 cm de largo echa la salsa y encima pon las albóndigas. Tienen que quedar sumergidas hasta la mitad. Hornea a fuego fuerte por 8 a 10 minutos.

Espolvorea un poco de parmesano arriba antes de servir.

“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.

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