Crema de espinacas, camote y jengibre, y ensalada de lechuga, quínoa y tomates cherry grillados.
2-3 personas • 45 minutos
– 1 bolsa de hojas de espinaca
– 1 camote mediano
– 1 zanahoria
– 1 cucharadita de jengibre picado
– 1 cubo de caldo
– 1 cebolla
– 1 puñado de tomates cherry
– 1 pepino
– 1 taza de quínoa cocida
– lechuga u hojas verdes
Pica la cebolla. Pela la zanahoria y el camote y córtalos en cubos. En una olla a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva, echa todo a dorar con un poco de sal y pimienta. Revuelve de vez en cuando.
Por mientras prende el hervidor con un poco más de 1 litro de agua. Separa las hojas de espinaca de los tallos. Luego échalos a la olla y dora un par de minutos más, incorporandolas con las otras verduras.
Agrega el cubo de caldo y el agua hirviendo, revuelve para que se disuelva y tapa la olla. Deja cocer por 25 minutos o hasta que los cubos de zanahoria estén bien blandos y se rompan cuando los aprietes contra las paredes de la olla.
Mientras, corta los tomates por la mitad. Calienta un sartén con un poco de aceite y cuando esté bien caliente, pon uno a uno los tomates con la parte interior hacia abajo. Déjalos dorar sin moverlos por 3 a 5 minutos. Usa unas tenazas para levantar uno, sin apretarlos mucho, para ver el dorado. Apaga el fuego y sácalos uno a uno del sartén cuando empiecen a quemarse. Déjalos sobre una tabla para que se enfríen.
En un bol grande mezcla la lechuga con la quínoa, el pepino cortado en cubos y un poco de aceite de oliva.
Reparte todo en bols individuales y haz un aliño, pero no lo eches todavía.
Cuando el cocimiento esté listo licúalo con la mini pimer o en la juguera, y ajusta la sal en caso que le falte.
Pon los tomates sobre cada bol de ensalada y sirve la sopa en otros bowls. Arriba unas semillas le vendría bien.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.