2-4 personas • 45 minutos
– 4 choclos
– ½ taza de leche de coco
– 2 cucharadas de crema
– 1 paquete de queso rallado
– 1 pinch de nuez moscada
– ½ cucharadita de curry en polvo
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 1 limón
– cilantro fresco
– salsa picante
Prende el horno y déjalo calentar a temperatura máxima.
En un bowl chico mezcla bien la leche de coco, la crema, el queso rallado, la nuez moscada, el curry y el aceite de oliva. Agrega un poco de sal y pimienta.
Corta cuatro cuadrados de papel metálico, del ancho del rollo. Pon un choclo sobre un cuadrado y con una espátula de goma embetúnalo por todos lados con la mezcla. Envuelve el choclo, doblando el foil hacia arriba, primero por los extremos del choclo y luego por los lados. Enrolla hacia adentro lo que sobra de foil para que el choclo quede lo más encerrado posible. Repite con los otros 3, sin usar toda la mezcla y que queden siempre con el «rollo» de foil mirando hacia arriba.
Cuando el horno esté bien caliente, pon los choclos sobre la rejilla, en forma paralela a los barrotes, que queden encajados entre estos. Hornea por 25 minutos.
Luego sácalos con cuidado, ponlos sobre una tabla y ábrelos, sin aplanar el papel… que los choclos queden a la vista, pero que no se desarme la cuna (como en la foto). Reparte encima de cada uno la mezcla que sobró, ponlos en una fuente para horno y hornea por unos 10 minutos más, o hasta que se doren un poco por arriba. Si tu horno tiene grill, dale con eso, pero vigilando siempre porque a veces queman muy rápido.
Por mientras pica el cilantro. Antes de servir reparte arriba de los choclos el cilantro picado y unos chorritos de jugo de limón. La salsa picante es imprescindible en este momento.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.