6-8 personas • 2 horas
– 2 trutros ó 1 pechuga de pavo
– 2 manzanas, peladas y picadas
– ½ cebolla, picada
– tomillo
– ½ taza de vino blanco
– 3 cucharadas de mantequilla
– 10 higos secos
– ½ taza de cognac
– 1 cucharada de azúcar o miel de palma
– nueces pecanas (o corrientes)
– pan
Trata de dejar, desde la noche anterior, el pavo remojando en una olla con leche, sal y pimienta, dentro del refirgerador. Además, en un pocillo, deja los higos remojando en el cognac.
En un sartén, derrite 1 cucharada de mantequilla y dora por todos lados el pavo. En una olla derrite las otras 2 cucharadas de mantequilla y dora la cebolla con la manzana, sal, pimienta y un poco de tomillo. Cuando suelte jugo, pasados unos 3 minutos, echa el pavo y mezcla bien, revolviendo por unos 3 minutos más.
Agrega el vino blanco y deja hervir hasta se evapore un poco el alcohol, osea que el vapor ya no huela fuerte. Luego echa agua hirviendo hasta cubrir el pavo. Mezcla bien, y prueba un poco del caldo para ver cómo está de sal.
Deja cocinar por 1 hora, a fuego lento y olla tapada, revisando de vez en cuando que el caldo no se haya reducido mucho.
Por mientras, en un sartén calienta unas gotas de aceite de oliva o si quieres una cucharadita de mantequilla. Echa los higos junto con el jugo donde se remojan, y encima espolvorea el azúcar o la miel de palma.
Niños fuera de la cocina y mano firme; prende un fósforo apenas el jugo empiece a hervir, con un mano agarra el mango del sartén y con la otra acerca el fósforo a los higos. Flam! que se prende todo. Mueve el sartén con movimientos cortos hacia adelante-atrás, para que alcohol se libere y la llama se avive. La llama, al cabo de un minuto más o menos, se debilita sola. Apaga el fuego -de la cocina- y deja reposar.
Cuando esté frío, pica los higos, y también las nueces. Mezcla todo en un pocillo con el jugo viscoso que quedó en el sartén. Si no te quedó casi nada, echa un poco más de miel de palma.
Corta tajadas de pan, échales unas gotas de aceite de oliva, sal y pimienta, y hornea por uno 10 minutos, hasta que el pan esté crujiente y levemente dorado.
Cuando el pavo haya cumplido su hora, sácalo de la olla, dejando el caldo, y ponlo en una tabla. Con dos tenedores desmenuza cada presa, y devuelve todo a la olla con el caldo. Puedes agregar 1 cucharadita de harina para espesar. Vuelve a prender el fuego, y deja hervir a fuego medio hasta que el caldo se reduzca y se espese un poco más. Luego deja reposar hasta que se enfríe.
Sirve en cada tostada el pavo y encima un poco de higo con nueces. Si te motivas más, decora con algún color pascuero, como un cubito de pimentón rojo y una hoja de perejil.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.