De cebolla morada reducida en aceto balsámico, camote, queso de cabra y orégano fresco.
6 unidades • 90 minutos
Para la masa:
– ¾ taza de galletas crackers molidas
– ¾ taza de harina
– ½ cucharadita de sal
– ½ cucharadita de azúcar
– 4 cucharadas de aceite de oliva
– 6 – 8 cucharadas de agua helada
Para el relleno:
– 4 cebollas moradas chicas (o menos si son grandes)
– 1 taza de queso de cabra, rallado (ó ½ taza de queso crema de cabra)
– ½ camote, cortado en cubitos
– 4 huevos
– 1 puñado de orégano fresco
– aceto balsámico
En un bowl, mezcla bien las galletas molidas, la harina, sal y azúcar. Revolviendo con ganas, agrega de a poco el aceite. Luego, con el mismo tenedor, pero como si estuvieras moliendo una palta, echa de a poco el agua. La mezcla de a poco se va poniendo como si fuera arena mojada. Al final, tómala con las manos y haz una bola. Envuélvela en alusa plast y al refrigerador.
En una olla, echa a cocer el camote, revisando de vez en cuando, hasta que estén blandos (unos 10 minutos).
Corta las cebollas en pluma, delgaditas. Y prende el horno a temperatura alta (deja la rejilla afuera).
En un sartén caliente con un poco de aceite, pon a dorar la cebolla. Agrega sal, pimienta y las hojas de orégano. Revuelve con tranquilidad hasta que se ablanden y luego echa unos chorritos de aceto balsámico… cuidado con irse al chancho. Baja el fuego y sigue revolviendo unos 5 minutos. A esas alturas, si hueles el vapor que sale, no debiera ser fuerte.
Transfiere a un bowl y deja enfriar junto a los cubitos de camote.
Una vez a temperatura ambiente agrega el queso de cabra, y los 4 huevos (batidos). Revuelve bien hasta que la mezcla quede bien uniforme.
Saca la masa del refrigerador. Aplasta un poco la bola y con un cuchillo córtala en 6 pedazos, lo más similares posible. Engrasa 6 pocillos para horno y forma en cada uno, una base de masa. Con los dedos trata que quede algo cóncava -más honda al centro y más elevada en los bordes-.
Echa en cada uno la mezcla, hasta el tope. Trata que sea equilibrado la cantidad de elementos sólidos y de líquido. Es probable que te sobre un poco en el bowl.
Sobre la rejilla del horno que tienes afuera, pon un buen pedazo de papel metálico (en caso que chorreen no mancharás el horno) y coloca los pocillos encima.
Hornea por 30 minutos aprox. (ajusta el tiempo si tu horno es muy fuerte o muy suave, tú lo conoces bien).
Una vez listas, puedes servirlas en los mismos pocillos o desmoldarlos. Para ello, espera que se enfríen unos minutos, y con la ayuda de un cuchillo despega suavemente los bordes del relleno. La parte de masa debiera salir fácil. Para probar si está bien despegado desatornilla como si fuera una ampolleta. Si sí, envuelve tu mano en un paño limpio y da vuelta molde sobre ella.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.