El término Estar se usa para atribuir al sujeto de la oración una cualidad o una característica no permanente o el resultado de una acción o proceso, que se expresa mediante un adjetivo: “estar feliz; estar satisfecho; estar tranquilo; estar inspirado; estar…”
La simpleza de estar la descubrí probablemente, durante mi infancia de hija única, un poco sola, un poco desarraigada, en un distrito de París habitado principalmente por musulmanes y exiliados.
Vivíamos en un mínimo espacio de 48 metros cuadrados, ocupado en casi su 50% por una escultura de Tótila Albert y un cuadro enorme de Andrés Titi Gana, en la otra mitad la máquina de escribir de mi padre-escritor y los libros de mi madre-filosófa y en lo que quedaba… yo, preparándome cada mañana para ir a la escuela pública que correspondía a mi distrito, el 18e arrondissement.
Cuando volvimos a Chile sin saberlo estaban ahí desde hace mucho tiempo mi familia y mis nuevos amigos. Ahora de grande están mis hijos, mi piso, mi estudio, mi barrio, mi bicicleta, la cafetería de la esquina, la universidad donde trabajo y claro mis amigos… una comunidad de personas muy cercana, artistas, escritores, diseñadores y fotógrafos… que intuyo van más allá de lo cotidiano, plasmando cada momento de su vida con una estética esmerada, exquisita y muy personal.
Mi trabajo como editora -de arte, moda y diseño- demanda esa búsqueda, además de mucha lectura y observación, esto último creo una de mis más grandes habilidades, considerando que no me gusta hablar (demasiado)
Cuando necesito inspiración, camino simplemente por el barrio, de la mano de mis hijos, sola o con amigos, me gusta sentir el sol en las piernas, las manos apretadas y humedas. Estar cercana a la idea de simplificar la vida.
No es difícil que me distraiga en el camino, en una galería abierta, en los detalles de los edificios, una planta, una sombra … en ese momento agradezco haber estudiado una disciplina que me permite decodificar cada uno de esos detalles y no solamente intuirlos.
Sabes que eres así, porque por más que te esfuerces en dejar de pensar en esos detalles, no puedes. Tienes que saltar de la silla para agarrar un cuaderno y anotar ahí todas esas ideas que aparecieron en el camino, e intentar reproducirlas lo más fielmente posible para no perder la magia del momento, para no olvidarlas y hacer el primer boceto que días después, con el tiempo y el regaloneo necesario, darán lugar a un nuevo proyecto.
Link para descargar el libro que leo por estos días:
Roland Barthes (1915- 1980) filósofo, ensayista y semiólogo francés
El placer del texto
Coca Ruiz
Diseñadora & Editora. Parisina de primera infancia, amante de la moda, la lectura y la decoración, especializada en dirección de arte y creación de contenidos, con buen ojo para detectar los detalles que nos inspiran diariamente.
instagram: @cocaruiz