Troncos Viejos: tranquilidad y vistas abiertas en la Reina baja

Troncos Viejos: tranquilidad y vistas abiertas en la Reina baja

Troncos Viejos combina calles silenciosas, parques bien cuidados y vida de barrio en un entorno que invita al paseo tranquilo y al encuentro cotidiano, todo a pasos del metro y servicios clave.

Vistas despejadas y calles apacibles

En Troncos Viejos, las construcciones de baja altura son protagonistas. Esta característica no solo otorga una escala humana al entorno urbano, sino que permite a sus residentes disfrutar de vistas hacia la precordillera desde diversos puntos del barrio. Las calles interiores, libres de locomoción colectiva, invitan al paseo tranquilo, al encuentro espontáneo entre vecinos o a simplemente sentarse bajo la sombra de un árbol y dejar pasar el tiempo.

Vida al aire libre: parques, ciclovías y comunidad

El Parque Tobalaba-Sánchez Fontecilla, que corre en paralelo al Canal San Carlos, es uno de los espacios más valorados por los vecinos. Equipado con juegos infantiles, senderos, bancas y una ciclovía integrada, este parque lineal funciona como pulmón verde y espacio de encuentro intergeneracional. Es común ver a familias disfrutando los fines de semana, adultos mayores paseando en las mañanas y jóvenes trotando o en bicicleta al atardecer.

Los domingos, la CicloRecreoVía transforma Sánchez Fontecilla en una gran vía peatonal entre las 9:00 y las 14:00 horas, sumando aún más oportunidades para quienes buscan practicar deporte, andar en bicicleta o simplemente caminar sin prisa. La ciclovía, además, conecta de forma segura con otras zonas de la comuna, facilitando la movilidad sustentable.

Conectividad eficiente sin perder la calma

Uno de los grandes atributos de Troncos Viejos es su conectividad. La cercanía con la estación de Metro Francisco Bilbao (Línea 4), junto con el acceso a avenidas como Tobalaba, Francisco Bilbao y la Autopista Vespucio Oriente, lo convierten en un sector bien articulado para quienes necesitan desplazarse diariamente.

A pesar de su excelente conectividad, el barrio mantiene una atmósfera de refugio. La ausencia de tránsito pesado en sus calles interiores permite que la vida fluya sin ruido excesivo, sin bocinas, con niños jugando en las veredas y vecinos que aún se saludan al cruzarse.

En materia educativa, el barrio se encuentra muy cerca de colegios como Saint Gabriel, La Salle, Teresiano Enrique de Ossó y The Grange College, lo que lo convierte en una alternativa conveniente para familias con hijos en etapa escolar

Comunidad diversa y organizada

El perfil de residentes en Troncos Viejos es variado: desde familias con niños en edad escolar hasta matrimonios jóvenes que buscan una vida más tranquila sin salir del tejido urbano. También hay una presencia creciente de adultos mayores que valoran la seguridad y el entorno verde. La Junta de Vecinos N°1 de La Reina es particularmente activa, organizando talleres, conversatorios y clases que fortalecen el sentido de pertenencia.

Esta diversidad genera una dinámica barrial rica y respetuosa, donde los intereses comunes como la tranquilidad, el cuidado de los espacios y la vida al aire libre,  ayudan a cohesionar la comunidad.

Troncos Viejos: Comer bien, vivir cerca

En términos gastronómicos, el barrio ofrece varias opciones que se han convertido en verdaderos favoritos locales. Mar Azul, con su cocina peruana y platos que destacan por sabor y frescura; Eladio, clásico en carnes y parrillas; y Mister Fish, ideal para quienes disfrutan de una buena comida de mar, son parte del paisaje habitual. Estos lugares no solo alimentan bien, también forman parte del hábito de encuentro y disfrute compartido.

En Francisco Bilbao, el supermercado Jumbo aporta con una oferta completa para las necesidades diarias, sumado a farmacias, panaderías y pequeños comercios que enriquecen la rutina sin necesidad de grandes desplazamientos.

Un rincón urbano donde lo cotidiano tiene valor

Vivir en Troncos Viejos es apostar por una vida serena, sin perder el pulso de la ciudad. Es salir a trotar con la cordillera de fondo, tomar un café después de dejar a los niños en el colegio, cruzarse con un vecino en el parque y conversar unos minutos. Es ese equilibrio entre lo práctico y lo agradable, entre lo funcional y lo afectivo.

Con su escala barrial, sus espacios públicos vivos, su comunidad activa y su excelente conectividad, Troncos Viejos es uno de esos barrios que no necesitan grandes anuncios para conquistar: basta recorrerlo una vez para querer quedarse.

Comentarios recientes de “Troncos Viejos: tranquilidad y vistas abiertas en la Reina baja

  1. Tienen alguna idea de la historia del barrio alrededor de Santa Rita?
    Segun sé, la parroquia data de 1953, pero no sé la consolidacion del barrio Reina Victoria «(la isla»). Simon Gonzalez, etc

    De Monseñor Edwards al oriente ya parece ser consolidadada a contar de 1980, con casas de mayor valor hacia la cordillera.

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