Luz

Todos los seres vivos muestran algún tipo de variación rítmica fisiológica asociada a los cambios o ciclos ambientales. La floración de las plantas, la reproducción estacional de los animales, la migración de las aves, la hibernación de algunos mamíferos, los ciclos de sueño y vigilia… son una combinación de factores externos en sincronía con mecanismos de regulación interna que optimizan las funciones del organismo de acuerdo a las condiciones ambientales.

En resumen, son las células del núcleo supraquiasmático en el cerebro que actúan como reloj interno, sincronizando las funciones orgánicas con las condiciones ambientales. Son células sensibles a la luz que entra por los ojos, y la intensidad de esta luz indica al cerebro qué tipo de acciones comandar a nuestro organismo. Esto es importante ya que nuestras células no realizan la misma actividad durante todo el día.

Respecto al ciclo de sueño y vigilia específicamente, la melatonina -hormona responsable de su regulación- es altamente sensible a la presencia de la luz. Al exponernos a luz artificial de ampolletas o pantallas se retrasa la liberación de melatonina y con ello el sueño.

Las células captadoras de luz responden de manera diferente a las distintas longitudes de onda. La luz azul es la más estimulante, y la emitida por dispositivos electrónicos de pantalla es suficiente como para hacerle creer al cerebro que aún es de día, incluso en intensidades bajas.

Por esta razón, más efectivo que atenuar la intensidad de la luz es cambiar el color de la iluminación para la noche hacia el ámbar o rojo, dado que los tonos del atardecer son los que nuestro organismo acostumbra a percibir cuando finaliza el día y nos preparamos para el descanso.

Algunas claves útiles para llevar esto a cabo:
f.lux: Un software que regula los tonos de tu pantalla de manera automática de acuerdo a la hora del día, poniéndola anaranjada a medida que oscurece.
Se descarga gratis en justgetflux

Los iPhone cuentan con una función similar llamada Night Shift, que puedes activar en los ajustes generales.
En el mercado se encuentran variedades de ampolletas ámbar y rojas con las que puedes reemplazar algunas de las actuales, y siempre es bonita idea prender algunas velas en vez.

Por último, un buen par de cortinas que bloquee la luces de afuera y oscurezca el dormitorio lo máximo posible.

Respecto al día, es fundamental exponerse -responsablemente- a la luz solar. Pocos tienen el tiempo para hacer mucha vida en el exterior, pero sí pueden aprovecharse las fuentes de luz natural desde el interior, ubicando por ejemplo las estaciones de trabajo de cara a una ventana, o utilizando espejos en oposición a ellas para reflejar su luz desde adentro. El color de los muros por supuesto influye en la absorción o reflejo de la luz, quedando el blanco y los tonos claros como los mejores aliados para espacios iluminados.

Para profundizar sobre los efectos de la luz artificial en nuestra salud y la importancia de mantener contacto con los ciclos estacionales y diurnos-nocturnos

Fotos:
Andrés Martínez
www.amartinez.cl
@amsfotografo

Lettering:
Antonia Reyes
www.antoniareyes.com
@antoniapajarito