Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Cantando Victoria

Entre las avenidas Emilia Tellez por el lado sur, San Juan de Luz y Armando Carrera hacia el norte, Rosita Renard desde la cordillera y Eliecer Parada como límite poniente, se ubica uno de los mejores y más tradicionales sectores de Nuñoa: el Barrio Los Adoquines, llamado así, justamente, por los viejos bloques rectangulares de piedra que aún se aprecian en calle La Verbena, entre Coventry (por donde se extienden hasta avenida Tobalaba) y Bremen.

Son varias las cualidades que hoy hacen que Los Adoquines sea uno de los barrios con más plusvalía de Nuñoa. Primero, es esencialmente un sector tranquilo, de bellas avenidas y esquinas, que genera una sensación placentera en su recorrido. En segundo lugar, posee ventajas propias de todo barrio con alta valoración, como la presencia de áreas verdes (dos plazas y variados jardines), equipamiento (comercio y servicios cercanos) y conectividad: hay recorridos troncales del Transantiago a lo largo de las avenidas Tobalaba, Ossa, Emilia Téllez y Eliecer Parada, pero también sectoriales que pasan por calles interiores como Hamburgo, Coventry, Amapolas y Montenegro.  También cuenta con acceso directo a la línea 4 del Metro, a través de la estación Príncipe de Gales, ubicada en Av. Ossa (o Américo Vespucio) a la altura de La Verbena.  En el ítem colegios, hay establecimientos tradicionales en Av. Ossa como La Salle y Teresiano Enrique de Ossó.

Fundación e historia de “Los Adoquines”

Se podría suponer que Los Adoquines, al ser colindante desde el norte al barrio Pucará, comparte un origen e historia similar. Como se vio en otros artículos, las manzanas del sector de Pucará nacieron fruto de sucesivos loteos de terreno, siendo el más antiguo el de la población Arturo Prat (comprendida entre las calles Emilia Tellez, Coventry, Pucara y Hamburgo), originada tras una toma realizada en 1936.

Al ser consultado, Pedro Hernández, diseñador paisajista en la Municipalidad de Ñuñoa, descarta esta hipótesis.“(Los Adoquines) es más nuevo. Porque, si tú te fijas, las construcciones son distintas, son de dos pisos, son de los años 50’, 60’. Esto era de Providencia, y después pasó a Nuñoa”, señala el profesional, que trabaja desde hace más 35 años en el municipio.

Sin embargo, hay versiones diferentes en cuanto a la antigüedad y cronología histórica del Barrio Los Adoquines. En este sentido, una interesante fuente es el documento “Borrador Historia Barrio Adoquines de Nuñoa”, que proporciona el sitio barriolosadoquines.blogspot.cl, del cual citaremos un extracto a continuación:

El Barrio Los Adoquines de Ñuñoa se formó en las décadas de 1920 a 1940, entre lo que es hoy la calle Eliecer Parada, Tobalaba, Avenida Ossa, separado por extensos potreros de la calle Simón Bolívar. En su lado sur limitaba por lo que se llamaba las siete canchas (de fútbol), que eran regadas por las acequias que pasaban por el lugar.

Posteriormente, este límite sería dado por la proyección de la calle Amapolas, y el otrora paño de las siete canchas de futbol sería ocupado por edificios habitacionales de cuatro pisos, de fachada de ladrillo, los que hoy subsisten en el cuadrante de Hamburgo, Emilia Téllez, Coventry y Amapolas. Así, en su particularidad de barrio, contribuyó a aumentar la densidad habitacional que exigía la creciente ciudad, manteniendo un equilibrio entre densidad y calidad de vida.

Sobre este cuadrante, hoy dividido en diversos pasajes, Pedro Hernández, tiene su visión. “Si te fijas ahí hay más desorden. En ese entonces no habían muchos urbanistas que planificaran, llegaba la gente y empezaban ellos a hacer sus propias calles”, señala el especialista.

Prosiguiendo con el relato de “Borrador Historia Barrio Adoquines de Nuñoa”: A comienzos del siglo XX ya existían importantes vías del barrio, que eran representadas por las calles Hamburgo y Berlín (hoy Coventry). También Diego de Almagro, que era la continuación de Príncipe de Gales, las calles La Verbena, Bremen, San Juan de Luz, por nombrar algunas, que fueron construidas con la tecnología de la época: adoquines extraídos de las canteras próximas a Santiago (como es el caso del cerro San Cristóbal) o de materiales de lastre que traían los barcos que venían Chile a retirar cargamentos de Salitre y Cobre.

(…)

En el lado Este del barrio, antes de Avenida Ossa, se encontraban los predios que eran de las Monjas de la Providencia; parte de ellos después fueron donados por dicha congregación para albergar a lo que ahora conocemos como la Parroquia Santa Marta.

Los dos ejes estructurantes del Barrio eran la otrora calle Berlín y Hamburgo, ambas se proyectaban desde Tobalaba hasta Irarrázabal. Tobalaba ya era una calle importante que se extendía desde el Río Maipo hasta el Río Mapocho, derivada del camino de mantención y construcción en su época del Canal San Carlos. El trazado que sigue este importante canal, da forma a las curvaturas características de las calles del sector, donde su exponente principal es la calle Diego de Almagro.

Durante el Gobierno de Juan Antonio Ríos, a comienzos del año 1944, se cambiaron los nombres de varias calles de la comuna de Ñuñoa. Pucará reemplazó a San Pablo; surgió Estrella Solitaria (conocida en la época como Santa Ana) y a un poco más de un año de la declaración de Guerra de Chile a la Alemania nazi, se preparó el camino a dicha declaración cambiando el nombre de la calle

Berlín por el nombre de la ciudad inglesa Coventry, tristemente famosa en aquella época por los arrasadores bombardeos realizados por la Luftwaffe en la segunda guerra mundial, los que llegaron a ser comparados con la destrucción de Guernica (1).

La Plaza Augusto D’halmar, sus cafés, la feria y los adoquines

A lo largo del barrio Los Adoquines se pueden observar casas de distintas épocas, casi todas de dos pisos y construidas a partir de la década del 60’. También hay nuevas edificaciones y construcciones en marcha, apreciándose las de mayor altura en calles como Emilia Téllez, San Juan de Luz, y en general en las cercanías a las arterias principales, como las avenidas Tobalaba y Ossa.  Es un barrio de bellos sectores interiores, como las arboladas de calle Arturo Medina, o la tranquilidad de calle La Verbena.

Se puede iniciar un recorrido Por avenida Emilia Téllez y visitar la tradicional feria libre (para algunos, la más grande de la comuna), la cual ofrece una amplia variedad de frutas, verduras, colaciones y zona de pescadería. Sus instalaciones -techadas y habilitadas especialmente para mercados urbanos-  se ubican a la altura de calle Bremen y abren los miércoles y sábado desde las 8:30 a las 14:30 hrs.

Pasando calle Coventry, Emilia Téllez (llamada así en recuerdo a la propietaria de la Chacra de Lo Cerda, que a principios del Siglo XX ocupaba el terreno en que hoy se ubica la calle) se extiende como una diagonal hacia el poniente, que en conjunto con algunas casas de amplios jardines y arboledas (resabios de lo que en el pasado fuera una característica de Nuñoa) conforma una bella postal urbanística. A partir de calle Hamburgo se inicia una ciclovía.

En cuanto a su población, en este barrio conviven diferentes estratos socioeconómicos, desde el más predominante que es clase media, a clase media- alta y vecindarios más populares.

Como todo barrio que se precie de tal, Los Adoquines cuenta con numerosos polos de comercio minorista orientados al consumidor final, es decir, a los vecinos. Es así como agrupaciones de locales como panaderías, minimarket, botillerías, lavasecos, veterinarias, librerías, reparadores varias, etc, aparecen en las intersecciones de Emilia Téllez con calles Hamburgo y Coventry; Eliecer Parada con calles Jorge Matte Gormaz y Amapolas; y en Diego de Almagro con calles Hamburgo, Montenegro y Tobalaba.

Por la intersección entre calles Diego de Almagro y Celerino Pereira, se encuentra la Parroquia Santa Marta, cuyo inmueble guarda importantes piezas de valor artístico, entre las cuales destacan el mosaico del frontis y los frescos en su interior, realizados por los reconocidos artistas Claudio y Vittorio Di Girólamo, respectivamente (2).

El corazón del barrio y espacio de convergencia pública por excelencia  se ubica en la Plaza Augusto D’halmar, ubicada entre calles Diego de Almagro, Hamburgo y Celerino Pereira. Nombrada así en homenaje al 1° escritor chileno distinguido con el Premio Nacional de Literatura en 1942, la plaza está dotada de grandes jardines, muchos árboles, y cuenta con todo el equipamiento necesario para la comunidad, desde juegos para niños a máquinas de ejercicios, senderos para caminatas, bancos  y reciclaje de basuras. Según cuentan los vecinos, en los meses de verano hay recitales de jazz y se realizan clases de yoga. Desde calle Hamburgo se puede acceder a la estación Hamburgo/Armando Carrera, de Bike Santiago.

Frente a la plaza, por calle Hamburgo, se encuentra el Café Ubuntu. Próximo a cumplir dos años, ya se ha transformado en un clásico del sector, gracias a sus café de especialidad, ubicación y agradable terraza. Constanza Munilla, administradora del local, afirma que el barrio “está teniendo un recambio generacional súper importante”.

“Ponte tú,  cuando empezamos, estos edificios no estaban acá. De la vida de barrio de viejitos que había, se ha rejuvenecido un montón y eso como que hace cambiar un poco la dinámica de la vida de las personas. Si bien para nosotros la cafetería era un punto de encuentro para tomar oncesita, más familiar, hoy en día llega mucha más juventud. Tengo clientes  que viven en estos edificios (al frente), que les gusta venir a trabajar pa acá, se instalan y conversamos”, cuenta la joven diseñadora.

Constanza no reside en el barrio, aunque sí ha vivido desde siempre en la comuna. Ex alumna del Colegio de los Sagrados Corazones Monjas, sobre Nuñoa opina que “es una comuna donde uno quiere vivir. Por mí me mantendría aquí”.

“Aquí todavía hay como comunidad, y eso es lo que nosotros hacemos eco acá: tratar de fomentar ese espíritu de comunidad. Que no sean extraños sentándose en un café, sino que todos tengan claro en algún momento que son vecinos”, señala.

Constanza cuenta que en el local aceptan mascotas, pues estas abundan en un barrio donde aún predominan las casas, no obstante es cada vez más notorio aumento de edificios en las arterias principales. “La gente encuentra acá como un pequeño refugio. Estás cerca de Vespucio, estás cerca de Tobalaba, y aún así esto alcanza a ser como un oasis antes de la conectividad, cachai”.

Unas cuadras más hacia el sur, por calle Celerino Pereira -casi esquina Amapolas-, está el local Daniel’s Bakery & Café.  Insertado en una zona totalmente residencial, su fachada es bastante llamativa, con un colorido mural en la pared que da hacia la calle. El local interior, en tanto, posee amplios ventanales y sofisticada decoración. Quisimos conversar también con su administrador,  Jesús Alfonso Barroeta. “En términos generales el público es bien amable. Es un barrio súper tranquilo. Las personas que vienen al local están en un target de 25 a 70 años, se les atiende bien. Se les ofrece un poquito de tranquilidad en este café, porque el local como tal no está en las afueras del barrio ni tampoco en una zona muy transitada, entonces esto le da la tranquilidad al cliente para venir a trabajar, contactar a la familia por internet. Las personas pueden venir con sus mascotas al local”, describe el joven.

Jesús es venezolano, tiene 30 años y es Licenciado en Comercio Internacional. Además del café, la especialidad de la casa son los dulces, las tortas (la de frambuesa es alabada en la página facebook), los platos elaborados “con un poco de fusión”, pizzas, cerveza y brunch para los fin de semana (comida que combina desayuno y el almuerzo). Cuenta que planean expandirse próximamente hacia otras áreas de Santiago y convertirse en una marca. Del sector donde atienden, dice que le gusta que no estén tan afectados por ”el efecto Pac – Man” (en referencia a la desaparición del urbanismo en los barrios). “La mayoría de los edificios que vemos alrededor son de baja envergadura, entonces te permiten una buena vista a la Cordillera”, comenta.

“Todo en este barrio a mí me hace sentir cómodo. Desde ferias de comida los miércoles y sábado; plazas cercanas adónde puedes ir con tus mascotas y sentarte a pasar un buen rato; buenos cafés alrededor. Calles muy bonitas con respecto a infraestructura, un par de cuadras más al norte, hacia la izquierda, te consigues un pasaje de puros adoquines, muchos arbolitos, o sea, tienes bastante visión como para relajarte el fin de semana y caminar, dar un paseo”, describe Jesús.  “Este local llamó la atención de muchas personas, y eso es bueno, siempre hay concurrencia y eso en cierto modo mantiene un buen clima. La Seguridad Ciudadana pasa 3 a 4 veces al día, los carabineros están pasando en todo momento”.

Jesús cuenta que al barrio también llegan bastantes extranjeros a residir. “Muchos de ellos vienen por referencias de TripAdvisor , o páginas que refieren a turismo. Más que todo portugueses y alemanes”.

El movimiento por conservar la identidad del barrio

Si bien el carácter residencial y la tranquilidad continúan siendo los principales activos de Los Adoquines, durante los últimos años  el avance de las construcciones de edificios ha originado un fuerte movimiento vecinal, que lucha por preservar el estilo de vida de barrio, el paisaje y mantener el límite de alturas a los que históricamente señaló el plan regulador.

Algunos vecinos sostienen que la excesiva proliferación de construcciones en altura ha deteriorado su calidad de vida, viendo un incremento en la cantidad de accidentes automovilísticos y molestias por ruidos. También han presentado reclamos a Contraloría y Seremi de Vivienda por edificios que supuestamente no cumplirían con la norma. Para muchos, los problemas se originaron a partir de la modificación del Plan Regulador Comunal el año 2007.

Desde el café Ubutu, Constanza comparte en parte las críticas al manejo de permisos y la regulación en el sector. “No sé, yo creo que en cuanto a planificación no es un barrio que esté preparado para la cantidad de construcciones que se están haciendo, y con lo que ya hay construido. Hace un tiempo, esta línea en la calle (amarilla) no estaba, nosotros podíamos decirles a nuestros clientes que se estacionaran acá. Ya está todo colapsando, tacos en la hora peak…  se aumenta el per cápita de la comuna, pero tampoco habilitan lo que significa eso. Eso es una gran falla. No sé bien a quién responsabilizar, porque en todas las comunas pasa lo mismo”, reflexiona la joven.

“Este barrio está protegido; no es que esté protegido por el municipio, pero sí por la gente, no quieren vender. Todo este sector de Diego de Almagro, Rosita Renard, Amapolas, la Verbena, La Giralda, dijeron nones. No así el borde de Tobalaba, que ya es imposible retenerlo”, reconoce, desde el Municipio, Pedro Hernández.

Tras dimes y diretes a lo largo de los años entre vecinos y autoridades, en mayo de 2016, el alcalde Andrés Zarhi firmó la postergación de permisos de construcción en tres polígonos del sector nororiente de la comuna, que incluyen calles y sectores completos del Barrio Los Adoquines (decreto  Nº 710, de fecha 19 de mayo de 2016).

Según señala el sitio web del municipio de Nuñoa, “el Seremi de Vivienda, Aldo Ramaciotti, informó favorablemente la solicitud (de postergación de permisos) que en tal sentido le formulara el alcalde para tres polígonos de la comuna, como parte del proceso de modificación del plan regulador que se está llevando a cabo en esa zona. El plazo de postergación es de tres meses y puede ser prorrogado hasta por 12 meses” (3).

Sobre este tema, Jesús Barroeta tiene una visión con matices. “Todo va dependiendo de cada quién. Si tú quieres tu terreno no tienes por qué salir de él, o no tienes por qué venderlo si no te acomoda económicamente. Sin embargo, mira: acá cerca está ese edificio, hay una construcción nueva a cuatro cuadras; y al final, entre Amapolas y Príncipe de Gales hay otro edifico que justo lo están terminando. Hay bastante…  sin embargo, no afectan la visión, porque no es el centro, no es un bosque de concreto”.

“Es un barrio que tiene una alta plusvalía en este momento justamente porque se ha ido protegiendo a través del tiempo de las edificaciones en altura. Es un barrio vecinal, que llamamos nosotros. Tiene un arraigo ñuñoino, lo que significa que es un barrio que se autoprotege. Es uno de los barrios más favorecidos en cuanto a la conectividad, tiene harto metro, locomoción”, puntualiza Pedro Hernández.

NOTAS

(1)- “Borrador Historia Barrio Adoquines de Nuñoa”, descargable en https://barriolosadoquines.blogspot.cl/2015_09_01_archive.html

(2)- basado en información extraída de “Borrador Historia Barrio Adoquines de Nuñoa”, descargable en https://barriolosadoquines.blogspot.cl/2015_09_01_archive.html

(3)- Según lo publicado en el portal del municipio de la comuna de Nuñoa, en https://www.nunoa.cl/index.php/715-se-postergan-permisos-de-construccion-en-sector-nororiente-de-la-comuna.html

DATOS

Cafés y restaurantes
– Café Ubuntu: Hamburgo 1818.
– Daniel’s Bakery & Café: Celerino Pereira 1530.
– Café Baracoa: Pucará 5240.
– Café Matte: Eliecer Parada 1812.
– La Cafetera: Coventry 1930.
– Voy Vuelvo: Pucará 4310.
– Restaurante Xiong Shang (comida china para llevar): Emilia Téllez 4002.
– TsukiSushi – SushiBar & Delivery: Av. Tobalaba 4507, local 3.

Picadas
– Feria de verduras: Miércoles y sábado, en Emilia Téllez con Coventry.
– Empanadas Las Vascas: Pucará 4251
– Pastelería Sweet Shop: Pucará 4314.

Áreas verdes y espacios públicos
– Plaza Fanor Blanco: Emilia Téllez (en esq. con Hamburgo y Los Agustinos).
– Plaza Augusto D’halmar: Diego de Almagro esq. Hamburgo.
– Parroquia Santa Marta: Diego de Almagro 5225.

Colegios
– Colegio Amapolas: Amapolas 4890.
– Hellen Keller: Rosita Renard 1179.
– Teresiano Enrique de Ossó: Av. Ossa 1157.
– La Salle: Av Ossa 1349.

Jardínes infantiles
– Sala Cuna y jardín infantil Qantati: Diego de Almagro 4794.
– Little House: Diego de Almagro 4475.
– Happy Rabbit Garden: Coventry 745

Salud y otros
– Servicio de Atención Primaria de Urgencia El Aguilucho. El Aguilucho 3235.
– Farmacia Blanco: Pucará 1065.

Bike Santiago
– Estación Hamburgo/Armando Carrera: Hamburgo N° 1875.

Deportes y otros
– Ashtanga Yoga Chile: Diego de Almagro 4667.
– Gimnasio Sportlife Nuñoa: Av. Simón Bolivar 4509.

Comercio y otros
– Minimarket El Don 2: Emilia Téllez 5200.
– Don Diego (cafetería, amasandería, comida casera): Diego de Almagro 4998.
– “Rosita” (Amasanderia, pasteleria y minimarket): Diego de Almagro 4638.
– Ferrari Market, panadería (diversidad de empanadas): Diego de Almagro 5439.
– Pastelería francesa Délice: Tobalaba 5151, local 106.
– Belleza Shaddai (peluquería): Emilia Téllez 4656.
– Jenny & Rita, salón integral de belleza: Diego de Almagro 4998.
– Emporio Amelia: Amelia Vial 1843.
– Veterinaria Malas Pulgas: Eliecer Parada 2040.
– Minimarket Doblete: Eliecer Parada 2044.
– Kiosko con venta especializada en comic: Esq, de Eliecer Parada con Amapolas.
– Patio Tobalaba (restaurantes, peluquerías, librerías, Ok Market): Av. Tobalaba esq. Eliecer Parada.
– Stripcenter (farmacia, librería, pastelería, peluquería, florería): Av. Tobalaba esq. Hamburgo.
– Multicine Cine Hoyts: Av. Ossa 655 (metro Simón Bolívar).

ANEXO 1:

Sectores de la comuna de Nuñoa en donde se decretó la postergación de  permisos de construcción sobre los tres pisos de altura.

El polígono 1 tiene como deslindes las calles Eliecer Parada, San Juan de Luz, Hamburgo, Armando Carrera, Rosita Renard, Emilia Téllez, Coventry, Pucará, Rosita Renard, límite poniente de la actual zona Z-4B, Echenique interior, Heriberto Covarrubias, límite sur Zona Z-4m actual, Hamburgo, límite sur Z-4m actual, Ortúzar, Maximo Bach, Montenegro, límite sur zona Z-4m actual, Pedro Torres, Julio Zegers, límite poniente de la zona Z-4m actual y Diagonal Oriente, donde se postergan los permisos de edificación con atura superior a 3 pisos o 9 m. alturas medidas desde el nivel de solera.

El polígono 2 tiene como deslindes calle Diego de Almagro, Romeo Salinas, límite oriente de la actual zona Z-4B, Clorinda Willshow, Hannover, Heriberto Covarrubias, Echenique interior, límite poniente de actual zona Z-4B y Rosita Renard, donde se postergan los permisos de edificación con altura superior a 5 pisos o 14 m.

El polígono 3 tiene como  deslindes las calles Emilia Téllez, Rosita Renard, Pucará y Coventry, donde se postergan los permisos de edificación con altura superior a 3 pisos o 9 m, alturas medidas desde el nivel de soleras.

 Fuente: www.nuñoa.cl

ANEXO 2:

Regulación de alturas en Barrio Pucará y Los Adoquines, previo al decreto de postergación de construcción de mayo de 2016 (la normativa del Plan Regulador Comunal está conformada por 4 zonas que son Zona Z-3, Zona Z-4M, Zona Z-4B, Zona Z-2B y Zona Z-8).

Zona Z-3: comprendida entre las calles Coventry, Emilia Tellez, Rosita Renard y Pucara, con una altura máxima permitida libre según rasante.

Zona Z-4M: Comprendida entre las calles, Pucara, Heriberto Covarrubias, Estrella Solitaria, Ortúzar, Emilia Tellez y Coventry, con una altura máxima permitida de 3 pisos, 8.00 mts de altura para terrenos menores a 1000 m², y de 5 pisos 14.00 mts de altura para terrenos iguales o mayor a 1000 m².

Zona Z-4B: Comprendida entre las calles Emilia Tellez, Rosita Renard, Heriberto Covarrubias, Estrella Solitaria y Clorinda Wilshaw, con una altura máxima permitida para terrenos menores a 1000 m² de 3 pisos hasta 9.00 mts de altura; para terrenos entre 1000 y 2000 m² de 5 pisos, hasta 14.00 mts de altura; y para terrenos sobre 2000 m² de 8 pisos hasta 22.00 mts de altura, con una rasante de 60°.

Zona Z-2B: Comprendida entre las calles Emilia Tellez, Américo Vespucio, Estrella Solitaria y Clorinda Wilshaw, con una altura máxima permitida de 10 pisos,  28.00 mts y una rasante de 60°.

Zona Z-8: Comprendida entre las calles Ortúzar, Simón Bolívar, Gorostiaga, Las Verónicas, esta zona actualmente se encuentra en proceso de modificación al Plan Regulador Comunal para homologarla a la zona Z-4M.

Fuente:  Información proporcionada por Gino Pisani Basualto, arquitecto jefe de Departamento de Catastro de la Municipalidad de Nuñoa.