No temer! No es para el desayuno… Si lo haces con panes chicos pueden ser unas buenas tapas para un fiestón.
2 personas • 45 minutos
– 1 berenjena grande
– 2 huevos
– 2 tajadas de pan de molde
– queso crema de cabra (o queso licuado con un poco de yogurt o crema)
– ¼ taza de sobras de boloñesa (o salsa de tomates)
Corta la berenjena en rodajas gruesas. Dóralas en una olla grande con aceite de oliva, sal y pimienta (un diente de ajo quizás?) hasta que se quemen un poco. Echa un poco de oporto, o vino tinto o el copetín que tengas por ahí. Revuelve bien por unos 2 minutos y luego echa ½ taza de agua hirviendo.
Baja el fuego, tapa la olla y deja cocinar por 15 a 20 minutos, o hasta que estén bien blandas y se deshagan con la cuchara de palo. Revisa de vez en cuando la olla y si se seca, echa unos chorritos más de agua hirviendo.
Apaga el fuego y muele todo con la mini pimer o en la juguera. Deja descansar.
En un bowl chico bate bien los huevos con un chorrito de leche.
Corta una tajada gruesa de un buen pan de molde y remójalo por lado y lado unos 5 minutos, para que el pan absorva bien el huevo.
Ten a mano el queso de cabra (ideal que éste sea de esos cremosos, si no, mézclalo con un poco de crema o yogurt natural) y la bolognesa. En este caso usé unas sobras que tenía. Puedes usar una de tarro o sólo salsa de tomates.
Calienta un sartén con un poco de aceite, con una espátula y con cuidado que no se rompa, toma la tajada de pan y dórala por lado y lado, a fuego medio. Una vez lista (se dora rápido) ponla en un plato y con toalla nova seca el exceso de aceite, para sufrir de menos culpa.
Unta el queso de cabra, echa encima la pasta de berenjenas y luego la bolognesa. Dale el toque verde con alguna hierbita picada.
“Hace 5 años empecé a compartir mis propias recetas para el día a día en un blog al que llamé Sansabor, y fue ahí donde confluyó mi profesión con mi amor desbocado por la comida y la bebida”.