Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Cantando Victoria

Un comercio de barrio, situado a pocas cuadras de mall y supermercados; ambiente de barrio en buena convivencia con edificaciones de altura;  y una variada oferta servicios, entre otras cualidades, hacen que hoy el barrio San Pascual sea uno de los más completos y con mayor demanda de la comuna de las Condes.

Delimitado al norte por Av. Apoquindo, al éste por Rosa O’higgins, al sur por Av. Colón, y al oeste por Av. Américo Vespucio, el barrio San Pascual presenta amplias ventajas para sus residentes, entre ellas, su conectividad: dispone de las estaciones de metro Escuela Militar y Manquehue, arterias como Vespucio y Apoquindo, y cuenta con variada oferta de locomoción colectiva. En materia de salud, es cercano al Centro Médico San Jorge (integrante de la Red de Salud UC-CHRISTUS) y a la Clínica Alemana (en Av. Manquehue Norte), mientras que a unas pocas cuadras hacia el sur-poniente se ubican los colegios Villa María y Verbo Divino.

El Estadio Español, eje histórico del barrio

El barrio San Pascual es uno de los primeros enclaves urbanos fundados la comuna de Las Condes. Su origen se remonta a la década de los 20 del siglo pasado, cuando se iniciaron los trabajos de urbanización en el sector oriente de la capital: se nivelaron terrenos, se abrieron amplias avenidas, y se instalaron líneas de agua potable, luz pública y privada, gas (no obstante la zona mantuvo su carácter rural hasta 1935, con el cultivo de varios de sus campos)

La chacra de San Pascual también era de gran importancia para la zona, propiedad de Pedro Fernández Concha, mismo dueño de la Hacienda Las Condes. A su muerte, la sucesión se la vendió a Gertrudis Echeñique Mujica; su hija, Elena Errázuriz, realiza el loteo de sus tierras en los años 40. Comienza a llegar una nueva generación de residentes a poblar la zona, impulsados por un nuevo ideal urbano, basado en la idea de “ciudad jardín” muy en boga en aquel entonces.

Los centros urbanos se concentraron alrededor de los clubes deportivos, como Club de Golf, Stade Français o Estadio Palestino, que con sus parques públicos y privados, generaron una red de pulmones verdes en la comuna (1). Lo propio sucedió con el barrio San Pascual, cuyo Estadio Español, fundado el 12 de octubre del año 1950, constituye hasta hoy un ícono deportivo, social y cultural del sector, al punto que en sus primeros  tiempos fue conocido, precisamente, como el “Barrio español”.

Un barrio que mantiene su equilibrio

Desde el punto de vista urbanístico, el barrio San Pascual se caracteriza por la convivencia de dos tipos de sectores, el tradicional, de carácter residencial, y el más ligado a edificios de altura y presencia de diversos servicios. Ello se debe a que, en la comuna de las Condes, los  sectores ubicados entre los ejes principales (por ejemplo, avenidas Apoquindo, Colón, Kennedy) se encuentran protegidos en el plan regulador y corresponden al 70% del territorio comunal que se mantuvo en baja altura y densidad. El 30% restante, asociado a las principales arterias,  corresponde a sectores de alta densidad y altura y uso comercial (2).

En calles como Félix de Amesti, por ejemplo, aún es notoria la presencia de antiguas casonas de estilo neoclásico, por lo general de dos pisos y amplio patio, muchas de ellas fundadoras del barrio.  El Instituto de Otología es un ejemplo de este tipo de este tipo de inmuebles. En Del Inca, en tanto, la diversidad de flora y árboles incluye dos araucarias imponentes, una a la altura de Algeciras, y la otra por San Pascual. Otros sectores realmente llamativos de esta avenida se forman a la altura de El Tintoretti con sus casas tipo inglés rodeadas de una frondosa avenida avenida de árboles.

El espacio público por excelencia es la Plaza República de Paraguay, cuyo nombre se debe al monumento en honor al ex Presidente de Paraguay, mariscal Francisco Solano López y a la cual se puede acceder a por calle del Inca, a la altura de Cruz del Sur. Cuenta con una infraestructura muy completa para uso vecinal, que incluye una plataforma techada con mesas, senderos, juegos infantiles y máquinas para hacer ejercicios. Hacia el  atardecer se suelen ver diversos grupos de vecinos practicando acondicionamiento físico, generalmente guiados por uno o más instructores. También hay una estación Bici Las Condes, en el borde de calle Del inca. Para practicar running, también se puede optar por la plazoleta de Américo Vespucio Sur.

Comercio y servicios para todos los gustos

El barrio dispone de una oferta dirigida tanto a los antiguos residentes como a las nuevas generaciones, compuesta, en su mayoría, por matrimonios jóvenes que residen en los nuevos departamentos. Ejemplo de ello es el centro de locales a escala de barrio ubicado en calle Del Inca a la altura de Nibaldo Correa (bordeando el Estadio Español) que incluye lavasecos, almacenes, peluquerías, tiendas de mascotas y la verdulería y frutería “Alafruta”, ubicada en Del Inca 4681. Su dueño, Héctor Iván Moraga, también vivió su infancia en el barrio. “Yo te puedo hablar desde hace 40 años atrás,  porque antes de la verdulería vivía seis cuadras más abajo con mi familia, en Del Inca”, cuenta.

Según Héctor, el único “cambio propiamente tal” que ha sucedido en el barrio ha sido la aparición de edificios, fenómeno que habría comenzado aproximadamente hace 25 años atrás.  “Las casas donde estaban los edificios eran de estilo norteamericano, con escaleras de mármol, muy hermosas, con plazoletas interiores en algunos edificios”, recuerda, aunque reconoce que “tampoco se ha perdido tanto”

Respecto a los nuevos vecinos, Héctor asegura que muchos han llegado por la presencia de buenos colegios como el Villa María o el Verbo Divino. “Además, se puede ir caminando. A Presidente Errázuriz son 15 minutos”, complementa su señora, María Cristina Valenzuela”.

‒Yo creo que es un buen barrio. La gente en sí medularmente no ha cambiado. Sí han cambiado, los ritmos: cuando vienen, ya no se toman 15 minutos, por ejemplo –sostiene Héctor.

‒Nuestro objetivo es que ellos saquen lo que necesitan y lo que quieran. Llegan a la pesa, les reviso y lo vuelvo a mirar, y les saco la (fruta o verdura) si está mala. Entonces me preguntan ‘¿por qué?’ ‘Porque va una mala’. Y eso les sorprende, pero yo me pongo en el caso que yo fuera a comprar, y no me gustaría que me echaran algo malo –afirma María.

Al momento de hacer deporte y spa, los vecinos también pueden optar entre diversas opciones, entre las cuales destacan el Club Martín De Zamora -que incluye escuela de tenis, racquetball, aeróbica, máquinas, step, y gimnasia para tercera edad- o el Olimpic Gym de Av. Colón, con sus opciones en aerobox, aerolocalizado, aerostep, naile body power y hatha yoga.

En materia gastronómica, es la Avenida Cristóbal Colón, en el límite poniente del barrio, donde se pueden encontrar diversos restaurantes y pubs. Es así como en el centro comercial ubicado en la esquina con Av. Vespucio existe una variada oferta, conformada, entre otros, por el Sakura Express (sushi), las clásicas empanadas de Felipe Didier, almacenes gourmet como Puro Olivo (purolivo.cl), y el bar y restaurante Danés, dedicado a la comida chilena tradicional (el mismo de Vitacura y Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez). Sin olvidar el clásico restaurante Bali Hai, ubicado a la altura de calle Sebastián Elcano.

En esta concurrida arteria también hay espacio para los locales familiares. El más nuevo de ellos es Sabor a Huerta, verdulería y emporio atendido por la sra. Casilda Garretón. “Nos instalamos por la afluencia del público, porque es un lugar que no tenía mucho comercio de este tipo. Partimos distribuyendo palta en los restoranes, seguimos en eso, pero ahora abarcamos más cosas dentro del área frutas y verduras”, cuenta.

Entre los productos que lucen las estanterías de Sabor a Huerta hay frutos secos, ensaladas preparadas, fruta picada, semillas, granula, nueces, maní japonés, goji, sal de cahuil. Muchos de ellos se venden a granel.

“Queremos revivir la confianza con el cliente, el que venga y que nos diga qué es lo que necesita y si no lo tenemos traérselo, llamarlo, hacer el reparto a domicilio, mantener esa cordialidad y esa amistad que ya se ha perdido tanto con los mall y todo eso. Y la gente le encanta, la recepción ha sido muy buena”, asegura. “Sobre todo la gente mayor, si están muy cargados los acompañamos con un carrito. Entonces vuelven, eso crea una fidelidad”.

Muy cerca de allí está Sabropán, panadería clásica del barrio. “Nosotros tomamos hace 34 años este local, aunque ya estaba desde décadas antes. Era un chiquitito, un puesto de pan, lo trajimos para acá y lo hicimos panadería”, recuerda José Domínguez, concesionario y dueño de la marca. “Antes venían niños con el papá y la mamá y ahora vienen matrimonios jóvenes, señoras que son abuelitas”.

Efectivamente, el arraigo de la panadería en el barrio es evidente. En sólo 20 minutos, se puede apreciar cómo casi la totalidad de los clientes entra, saluda e intercambia algunas palabras en confianza, con un tono muy familiar. ”El barrio es bueno, tranquilo. Hay señoras que me vienen a pedir insulina porque a ellas no les ha llegado, no han conseguido; es a ese nivel de cercanía, en que ya se pasa de cliente a una amistad”.

Sin embargo, no todo es para siempre: Domínguez cuenta que, al igual que otros dos negocios contiguos, deberá dejar su panadería en julio: una gran cadena de farmacias viene en camino. Sin embargo, la familia en ningún caso abandonará el rubro: a partir del segundo semestre, el nuevo Sabropan atenderá en Isabel la Católica con Manquehue. “Pensándolo fríamente, son 34 años trabajando, de repente hay que dar un pasito al lado, o sacar el pie del acelerador un poquito, porque aquí trabajas de lunes a domingo”, reflexiona.

Desde Sabor a Huerta, su vecina Casilda Garretón también guarda una valoración muy positiva del barrio San Pascual. “Nosotros elegimos el barrio, estuvimos buscando locales por otros sectores, y queríamos encontrar algo así netamente residencial, para atraer ese público que reniega de las cosas plásticas, que no tienen sabor a nada. Y llegamos a este local que cumplió lo que nosotros más o menos queríamos, y ahí estamos dándole duro”.

CITAS

(1)-Basado en reseña publicada en el sitio de la Municipalidad de las Condes,

(2)-Información basada en entrevista realizada por La Casa de Juana a Pablo de la Llera, asesor urbanístico de la Municipalidad de Las Condes.

Datos

Colegios y otros
– Colegio Villa María Academy: Av. Presidente Errazuriz 3753.
– Colegio Verbo Divino: Av. Presidente Errázuriz 4055.
– Jardín infantil Remanso: Felíz de Amesti 237.

Deportes
– Atta Power, Martial Arts, academia de taekwondo: Martín de Zamora 4571.
– Club De Tenis Y Racquetball Martín De Zamora: Martín De Zamora 4571.
– Estadio Español: Neveria 4855.
– Olympic Gym (fitness and health): Av. Colón 4733

Restaurantes y pubs
– Tokyo, café-sushi-bar: Colón 4659.
– Sakura Express (sushi & delivery): Colón 4401, local B.
– Danés, bar & restaurante (comida chilena tradicional): Av. Colón 4455 Local E.
– Sandwicheria Kzero (menú al día, delivery): Av. Colón 5059
– Restaurante Bali Hai: Av. Colón 5146.

Salud
– Centro Médico San Jorge – Red de Salud UC CHRISTUS: Nevería  4444
– Clínica Alemana: Manquehue Norte 1499
– Nut, psiconutrición y salud integral: San Pascual 736.

Varios
– Felipe Didier (empanadas, pizzetas, lasagnas, ravioles): Av. Colón 4401, local C.
– Puro Olivo (purolivo.cl), productos gourmet: Av. Colón 4455 Local B.
– Sabor a huerta, verdureria y emporio: Av. Colón 4997.
– Pastelería Cory: Av. Colón 5069.
– Panadería Sabropan: Av. Colón 5081.
– Supermercado Coliseo: Av Colón 5097.
– Librería Qué Leo: Sebastián Elcano 1023.
– Verdulería Alafruta: Del Inca 4681.
– Almacén Alacena: Del Inca 4691.
– Centro comercial Apumanque, Manquehue Sur 31.
– Pastelería y cafetería Cory, Colón 5069.
– Puerto Colón (pescadería), Sebastián Elcano 1033.