Texto: Por Nicolás Sanchez / Imágenes: Vicky Do Picco

Ubicado en el sector denominado “La Reina baja” y colindante a las comunas de las Condes y Providencia, el barrio Troncos Viejos es considerado un sector de gran plusvalía gracias a su privilegiada ubicación, delimitada por la avenidas Francisco Bilbao (norte), Ossa (este), y Tobalaba (oeste y sur).

En materia de conectividad, este sector está a pasos de las estaciones de metro Príncipe de Gales y Francisco Bilbao (ambas en Línea 4); desde el Transantiago, cuenta con las líneas de buses 501 y 504 para traslado hacia el centro de la capital. En cuanto a servicios, destacan principalmente los de educación y comercio, pues es cercano a colegios de prestigio como Saint Gabriel’s, The Grange, La Salle, Teresiano Enrique de Ossó y grandes  supermercados (Jumbo de Latadía), bancos, farmacias y servicentros. Salud, en tanto, es uno de sus puntos bajos, pues los principales proveedores – CESFAM Ossandón y el Hospital Militar- se encuentran en el sector La Reina Alta. En materia de  áreas verdes los vecinos cuentan con el Parque Tobalaba-Sánchez Fontecilla, en la costanera del Canal San Carlos, el cual está equipado con juegos infantiles, senderos, bancas y ciclovías.

El barrio Troncos Viejos es parte de la comuna de La Reina, la cual se emplaza  en el sector oriente de la Región Metropolitana, al inicio de la precordillera. Esta comuna se caracteriza por conservar, desde su origen, rasgos semi rurales, los cuales le otorgan  “una identidad urbana propia, que sus habitantes no desean transformar” (1).

Una comuna sobre los cimientos del Fundo Larraín

Sobre el pasado de los terrenos  donde hoy está asentado el barrio Troncos Viejos, no hay información clara. Es probable que parte o la totalidad de los terrenos en los que actualmente se asienta hayan sido parte de la Chacra de Tobalaba, cuyo territorio abarcaba la actual comuna de La Reina y parte de Ñuñoa (al parecer, las casas patronales estaban en la zona denominada “Las Siete Canchas”, cerca de calle Simón Bolívar). La historia de este fundo es bastante particular: hacia mediados de 1600 fue propiedad de la familia Lisperguer, siendo  Catalina de los Ríos y Lisperguer -la mítica Quintrala- su más célebre residente y patrona (para más detalles, ver reseña del sitio www.lareina.cl).

En 1723, Santiago de Larraín y Vicuña, connotado político de la época, recibió de su hija, la religiosa María Josefa, el fundo  que correspondía a parte de los territorios de la antigua chacra de Tobalaba.  A partir de entonces, y hasta el siglo XIX, la propiedad de estos terrenos estuvo en manos de la Familia Larraín; posteriormente, del nombre “Fundo Larraín”,  derivaría el nombre actual de la Comuna (2).

Hasta 1891, el territorio que actualmente comprende la comuna de La Reina estuvo bajo la jurisdicción de la Municipalidad de Santiago; sin embargo, en diciembre del mismo año, siendo Presidente de la República Jorge Montt, pasó a formar parte de la Comuna de Ñuñoa. Finalmente, en 1963, por medio de la Ley N° 15.169, se crea la actual Comuna de La Reina.

¿Un origen común con barrio Los Adoquines?

Respecto al pasado inmediato de Troncos Viejos, se pueden encontrar algunos antecedentes indagando en la historia del barrio vecino más cercano, Los Adoquines (ubicado en la comuna de Ñuñoa). Como se describe en el artículo dedicado a este tema, este sector se formó en las décadas de 1920 a 1940, entre lo que actualmente son las calles Eliecer Parada, Tobalaba y Avenida Ossa, separado por extensos potreros de la calle Simón Bolívar. En su lado sur, limitaba por el ya mencionado sector de “Las Siete Canchas”, que eran regadas por las acequias que pasaban por el lugar (3).

Una fuente autorizada para hablar sobre este tema es el periodista y escritor Carlos Álvarez, quien, con el apoyo del licenciado en Historia Juan Pablo Ormazábal, editó en marzo de 2015 el libro “De Ñuñohue a La Reina”, una suerte de crónica larga que indaga en las distintas eras de la comuna. 

Como primera precisión, Álvarez asegura que denominar “Troncos Viejos” al barrio obedece más a un criterio práctico que a la realidad histórica del sector.  

“La denominación por barrios que hace Wikimapia me parece meramente referencial, por cuanto denomina al sector Blest Gana como ‘barrio Blest Gana’, en circunstancias que vivo allí hace 50 años y nunca escuché esa denominación. Sí se ha conocido el nombre de ‘La Reina Baja’ o mejor dicho ‘Reina Fundacional’, que es el que corresponde a las primeras urbanizaciones generadas a partir del área comercial de Plaza Egaña hacia el poniente y que se adentraron en los fundos que existían de allí hacia arriba.”, sostiene el profesional.

“Me coincide bastante la referencia con el barrio ‘Adoquines de Ñuñoa’, porque, por ejemplo, la historia del Colegio Santa Marta- que se ubica al sur del sector en cuestión- consigna que el establecimiento se funda el año 1959 con un objetivo muy preciso: educar y ayudar a familias de escasos recursos, que habían llegado a vivir en los terrenos llamados Las Siete Canchas”, explica el investigador.  “Y se sabe que varios sectores de lo que hoy es Tobalaba fueron objeto de ‘tomas’ por parte de pobladores sin vivienda, particularmente en los años 60’; de hecho una de ellas derivó después en lo que sería la Villa la Reina, cuando el alcalde Fernando Castillo Velasco los trasladó desde Tobalaba hacia los actuales terrenos donde se ubica la Villa” (4).

Según Álvarez, hacia las primeras décadas del Siglo XX existían extensos potreros y casas patronales alrededor de la actual avenida Simón Bolívar. Uno de ellos, ubicado justo donde actualmente está el Cine Hoyts de La Reina, era propiedad de la familia de Eduardo Castillo Urízar, quien llegó a ser alcalde de Ñuñoa y padre de Eduardo Castillo Velasco, también alcalde de Ñuñoa (1943-1945) y del ya mencionado alcalde de Fernando Castillo Velasco.

“Mónica Echeverría, su viuda, cuenta que en este lugar -situándose más o menos en el año 1946, cuando ella llegó- eran pequeñas chacras y quintas, con uno que otro almacén de por medio. Las calles de tierra. Había muchísimas acequias, toda clase de frutas, desde Nogales hasta guindos; por algo esta zona se llamó Los Guindos: se llenaba de flores preciosas en primavera y había dos avenidas llenas de guindos”, relata Carlos Álvarez.

A partir de este antecedente, el periodista plantea que el origen del barrio hoy conocido como “Troncos Viejos” podría estar vinculado a diversos sectores que surgieron al alero de la antigua Villa Los Guindos de Ñuñoa (que se ubicaba en medio de las plazas Ñuñoa y Egaña), como las poblaciones Nueva de Los Guindos, Oriental de Los Guindos (hacia lo que hoy es Av. Orientales, en Peñalolén) y Alemana de Los Guindos (que limitaba con Simón Bolívar por el norte e Irarrázaval por el sur).

“La población Nueva Los Guindos, según los antecedentes disponibles, corresponde o es parte de los territorios del antiguo fundo Larraín, que era propiedad de los Lisperguer hacia inicios del 1600. En ese sector, desde Vespucio hacia arriba, se instaló a principios de los 40’ Pablo Neruda en la casa conocida como Michoacán, entre otros personajes connotados”, destaca Álvarez.

Sobre la población Alemana de Los Guindos, ésta debería su nombre a que allí se instalaron las familias de numerosos  profesores alemanes contratados para hacer clases en el antiguo Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. “A ello se debe el nombre de calles como Bremen, Hannover y Hamburgo. Es decir, todos estos sectores de Los Guindos estaban muy cerca o deslindando con el sector que se ha pedido comentar”, postula el periodista (5).

Zoom al actual barrio Troncos Viejos

Ubicado justo en el límite entre las comunas de Las Condes, La Reina y Providencia, el barrio Troncos Viejos ha sido por décadas uno de los más tradicionales del sector oriente de Santiago: gracias a las bajas alturas en sus calles interiores, casi todos sus vecinos gozan de una privilegiada vista a la cordillera, mientras que la casi nula presencia interior de locomoción colectiva otorgan un ambiente de tranquilidad a sólo cuadras de polos de comercio y turismo gastronómico. 

Las casas del sector, en tanto, se componen  casi todas de uno o dos pisos, patio anterior, posterior y gran antejardín, y la mayor parte tiene una antigüedad que fluctúa entre los 60 y 40 años. Sectores muy tradicionales se pueden apreciar en calles como Ema Valderrama; Las Luciérnagas, en tanto, destaca por su elegancia, arboladas y anchas veredas.

“(Antiguamente) habían parcelas, subiendo de Larraín hacia arriba; por Príncipe de Gales, todavía habían parcelas. Pero este sector ya era totalmente tradicional a fines de los 60’, recuerda Mónica Alzérreca, presidenta de la Junta de Vecinos Nº 1 Bilbao-Tobalaba, de La Reina.

Titulada como Decoradora de Interiores en la Universidad de Chile, doña Mónica cuenta que llegó a vivir al barrio recién casada, hace ya 45 años. Desde hace siete que es dirigente vecinal. “Cuando llegué este barrio ya estaba totalmente formado, estaban todas las casas ya construidas, no habían sitios eriazos. Era un sector muy tranquilo y residencial”, señala.

La junta de vecinos, ubicada en Calle Patricia Isidora 2130, cuenta con gimnasio, talleres de yoga, folklore, danza, escuelas de fútbol. “Para navidad realizamos un evento para los vecinos, cantamos villancicos entre todos, se entregan regalos a los niños”,  cuenta la dirigente vecinal. Afirma que su gestión también ha hecho avances en materia de prevención contra la delincuencia: por ejemplo, a la calle Troncos Viejos le quitaron el doble sentido de tránsito en el tramo hasta Las Luciérnagas (a fin de impedir “corredizos de escape” en caso de robos). Además, han repartido pitos entre los vecinos para casos de asalto y han instalado alarmas comunitarias. “En todo caso, aquí no hay portonazos, o sea, a mí no me vengan  a decir (lo contrario)”, reconoce.

En materia de áreas verdes, el gran espacio público es el Parque Tobalaba-Sánchez Fontencilla (a la orilla del Canal San Carlos), el cual dispone de ciclovias, un sendero y juegos infantiles. El domingo es el día familiar por excelencia de este espacio, pues se cierra el tránsito a vehículos, quedando la Av. Mariano Sánchez Fontecilla a completa disponibilidad para patinadores, ciclistas y paseos de coche. “Estamos proponiendo que en este sector (calle Luciérnagas entre Las Carretas/Patricia Isidora) pongan escaños para que puedan sentarse los abuelos, y que también coloquen columpios y refalines para los cabros chicos”, anuncia la sra. Mónica Alzérreca.

Según cifras del portal Mi Entorno.cl (actualizadas al Censo 2012), el barrio Troncos Viejos tiene una población aproximada de  19.398 habitantes.  De ellos, un 55% son mujeres y un 45% son hombres. Aunque en el sector es notoria la presencia de adultos mayores, los grupos de edades tienden a repartirse de forma equilibrada: un 23,9% corresponde a población desde los de 60 a más años; un 23,5%, al rango 15-29; y un 19,9% está entre los 30-44. Respecto a segmentación socioeconómica (GSE), los grupos predominantes son C2 y ABC1 (6).

Un fenómeno que explica esta mixtura de rangos etáreos es la renovación generacional y familiar que viven muchas casas,  fenómeno que también sucede a otros barrios auténticamente “tradicionales”.  La sra Mónica concuerda con esta mirada. “En este sector hay gente de mayor edad. Pero, ahora hemos visto  como ustedes los jóvenes vuelven a las casas de los padres… vuelven con guagua, con mujer o sin mujer, pero vuelven con guagua. Entonces he visto montones de cochecitos”.

Hacia la esquina de Bilbao entre Las Carretas y Troncos Viejos se concentra un sector de restobares otrora conocido como “Barrio cervecero”, donde aún se pueden encontrar verdaderos clásicos como el Bar Budapest, una picada que para generaciones de vecinos ha sido el punto de  encuentro favorito al momento de beber una buena cerveza artesanal (Die M), acompañada de un enjundioso sándwich o chorrillana.

Aunque también hay un Budapest en Nuñoa, la sede La Reina es la más antigua y funciona desde el año 2001. Su dueño es  Guillermo Alan, un joven ingeniero comercial de 46 años que partió como proveedor de cerveza artesanal para la administración anterior. “Fuimos los primeros en Santiago en ofrecer cerveza artesanal propia. Además, hemos tenido desde siempre una hamburguesa que fue creada por mi mamá -quien estuvo mucho tiempo conmigo en la cocina-, y que son hechas en la casa, con carne de verdadera calidad. Destacamos también nuestro crudos que son muy buenos, cuya receta fue hecha por Alan Kalens, que es un chef reconocido en Chile”, afirma Guillermo Alan. 

Alrededor de Budapest existe una variada oferta compuesta por locales como el restobar Pekadores, la sanguchería Divina Gula, el bar y pizzería Caramagnola y el restaurante Mi Cevichazo.  En tanto, hacia Av Ossa, se concentra un destacado polo gastronómico, conformado por los restaurantes Eladio, Lai Thai, Oriental e Ibérico.

“Considero que éste es un barrio comercial en todo lo que es la avenida Bilbao, y que convive con un sector que es residencial. Hay un buen concepto de público (…) Gente que busca espacios sobre todo cerca de su casa para poder  escaparse del tema laboral, de la vorágine del día a día. Encuentro que el sector se presta para eso, porque el 90% de los clientes son residentes del sector, no más allá de 10 cuadras a la redonda”, asegura Guillermo Alan.

La sra. Mónica Alzérreca, por su parte, reconoce que actualmente el barrio Troncos Viejos está más tranquilo que hace unos años atrás (en algún momento hubo discrepancias entre locales y la junta de vecinos por ruidos nocturnos). “Yo lo describiría (al barrio) como tranquilo, bonito, apacible”, señala.

“Creo que éste es un buen barrio, estamos todos contentos de vivir aquí. Somos privilegiados, pues tenemos comercio en todas las esquinas. Además, defendemos que no hayan edificios, no queremos eso. El plan regulador que nosotros pedimos –y el alcalde (Raúl) Donckaster fue muy drástico en eso- fue que hubiesen máximo seis pisos en el borde, y aquí adentro, dos pisos y mansarda (7). El año pasado hicimos una votación ciudadana”, cuenta

“La mayor  experiencia que tengo es que el barrio comercial donde está el Budapest está súper incluido con el barrio residencial, y eso nos ha pasado desde el principio, donde los mismos vecinos conocen al administrador y a los garzones por el nombre. Con los años se ha hecho una comunión muy buena, concluye, por su parte Guillermo Alan.   

Fuentes y comentarios.

1)- Según información entregada en el sitio web de la Municipalidad de La Reina, en https://www.lareina.cl/index.php/nuestra-comuna/nuestra-comuna/antecedentes

2)- Según información entregada en el sitio web de la Municipalidad de La Reina, en https://www.lareina.cl/index.php/nuestra-comuna/nuestra-comuna/antecedentes

3)- Basado en información extraída de “Borrador Historia Barrio Adoquines de Nuñoa”, descargable en https://barriolosadoquines.blogspot.cl/2015_09_01_archive.html

4)- Fernando Castillo Velasco: arquitecto y político chileno, que ocupó los cargos de rector de la Pontificia Universidad Católica, intendente de la Región Metropolitana de Santiago y alcalde de La Reina en 4 periodos. Como arquitecto recibió importantes premios, entre los que destacan el Nacional de Arquitectura 1983.

5)- Carlos Álvarez, periodista y escritor, en entrevista para www.lacasadejuana.cl .

6)- Según informe descargado desde el sitio mientorno.cl, en https://www.mientorno.cl/informe?radio=1000&lat=-33.4335566&lng=-70.57731230000002&direccion=Troncos%20Viejos,%20La%20Reina,%20Chile

7)- Raúl Donckaster, alcalde de la comuna de La Reina por el periodo 2012-2016.

Datos

Educación
– Teresiano Enrique de Ossó: Av. Ossa 1157.
– La Salle: Av Ossa 1349.
– The Grange School: Príncipe de Gales 6154.
– Saint Gabriel’s English School: Av. Francisco Bilbao 3070.
– Colegio San Luis de Las Condes: Av. Vespucio Sur 1912.
– Colegio San Rafael Arcangel: Av. Ossa 1838.
– Colegio Santa Marta: Beethoven 5278.
– Jardín Infantil Ovejita: Centellas Poniente 2743.

Salud
– Integramédica: Mall Plaza Egaña: Av. Larraín 5862.
– Red de Salud UC Christus: Av. Francisco Bilbao 4144, local 180.
– Hospital Militar de Santiago: Av. Alcalde Fernando Castillo Velasco 9100.
– CESFAM Ossandón (SAPU La Reina): Av. Echeñique 8419.
– Meds, Clínica de Medicina Deportiva: Entre Tobalaba, Las Limas e Isabel la Católica.
– Clinical Service: Isabel la Católica 4139
– Instituto Nacional de Ortodoncia

Deportes
– Club De Campo Banco Central: Principe de Gales 6030.

Áreas verdes:
– Parque Tobalaba-Sánchez Fontecilla: Av. Mariano Sanchez Fontecilla (borde Canal San Carlos)

Restaurantes, pubs y picadas
– Restaurante Eladio Av. Ossa 2234.
– Lai Thai: Av. Ossa 2294.
– Restaurante Oriental: Av. Ossa 1881.
– Restaurante Ibérico (paellas): Av. Ossa 1798.
– Cerveza Budapest La Reina: Av. Francisco Bilbao 5351.
– Caramagnola, Bike & Beer (pizzería, cervecería y bar): Av. Francisco Bilbao 4471.
– Restaurante Divina Gula: Av. Francisco Bilbao 4531.
– Pekadores Restobar: Av Francisco Bilbao 5359.
– Coppelia: Bilbao 4144, Of 230
– Restaurante Mi Cevichazo: Las carretas 2365.
– Pastelería francesa Délice: Tobalaba 5151, local 106.

Cultura y entretención
– Multicine Cine Hoyts: Av. Ossa 655 (metro Simón Bolívar).

Comercio
– Jumbo Bilbao: Av. Francisco Bilbao 4144.
– Líder Express: A. Vespucio Sur 1790.
– Patio Tobalaba (restaurantes, peluquerías, librerías, Ok Market): Av. Tobalaba esq. Eliecer Parada.
– Stripcenter (farmacia, librería, pastelería, peluquería, florería): Av. Tobalaba esq. Hamburgo.
– Salón de belleza Imagen F: Francisco Bilbao 4453.

Metro
– Estaciones Bilbao y Príncipe de Gales, Línea 4.

 

Fotos: Vicky do Picco.